Flores, días tibios y amor son los primeros conceptos que se nos vienen a la cabeza cuando hablamos de la primavera. Sin embargo, lo que para algunos es motivo de alegría, para otros es un tema que pesa, no sólo por el arribo de las molestas alergias y del polen, sino porque su estado anímico y autoestima decaen, debido a que sufren depresión estacional.
“Este cuadro denominado depresión estacional puede ser comprendido como una respuesta afectiva que surge al contrastar la vivencia del mundo interno con la exuberancia y germinación propia de esta estación del año. El sujeto se conecta con una sensación de vacío interno, soledad, frío que en algunos casos tiene un tinte de desolación y desesperanza. El contrapunto entre su estado interno y el paisaje exterior se agudiza aún más cuando el sujeto se da cuenta que, pese a sus intentos, no logra cambiar sus vivencias afectivas”, explica la psicóloga y secretaria de estudios de la Escuela de Psicología Humanista Transpersonal de la U. del Pacífico, Carmen Gutiérrez.
Pero, ¿qué cosas pueden provocar esta “pena”?
Los motivos más recurrentes de este sentimiento de melancolía se relacionan con el cambio en las condiciones climáticas, los olores, el cambio de vestuario que hay que realizar en esta temporada y con la prolongación de las horas de luz. En algunos casos, estos factores hacen que algunas personas crean que no pueden adaptarse a esta transición, situación que los sumerge en un estado de pesimismo o desánimo.
Según explica el doctor Alejandro Koppmann, psiquiatra de la Clínica Alemana, “primero se debe identificar qué es lo que le pasa a la persona. Hay momentos en los que la ‘pena’ o el desasosiego es molesto, pero normal. En esos casos la ‘cura’ vendrá con el tiempo y con la resolución de los problemas de fondo”, cuenta.
Sin embargo, cuando la persona tiene antecedentes familiares sobre enfermedades depresivas, es necesario consultar para ajustar el tratamiento -si es que ya lo tiene-, o bien, iniciar uno. Junto a esto, antes de iniciar este proceso, hay que descartar cualquier otro tipo de enfermedad médica que explique el cuadro de melancolía, que muchas veces pueden provocar las patologías a la tiroides, agrega Koppmann.
Tips para personas con autoestima vulnerable
Las inseguridades y las dudas sobre uno mismo son otras de las consecuencias que pueden traer las depresiones estacionales y, por lo general, el plano que más afectan es el relacionado con la autoestima, es decir, con la valoración personal que cada uno tiene de sí mismo. Sin embargo, según cuenta la psicóloga Carmen Gutiérrez hay técnicas sencillas que pueden ayudar a subirla, si es que se practican con regularidad:
1. Realiza actividades y hobbies que sean de tu agrado.
2. Incrementa tu vida social y los momentos para interactuar con otros.
3. Date espacios de descanso para encontrarte contigo mismo.
4. Desarrolla actividades al aire libre, que te permitan tener contacto con la naturaleza.
5. Ponle una dosis de placer a tus actividades y tareas cotidianas.
6. Identifica áreas y actividades en las que eres competente y exitosa. Luego desarróllalas con frecuencia.
7. Escucha música alegre.
8. Ve películas y escoge libros que te gusten para complementar tu bagaje cultural.
9. Regula tus actividades según tu energía y vitalidad, para que no estés en alguna actividad de forma obligada.
10. Debes estar conciente de que el desánimo y la baja autoestima son estados pasajeros, trabajables y superables.
11. Es importante que si estás pasando por una depresión estacional o periodo de desmotivación, tú eres la única que debes animarte a salir adelante.
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