El consumo de agua es algo necesario para conseguir un estilo de vida saludable y así sentirnos bien. Una persona sana debería consumir siempre entre un litro y dos al día, a los líquidos que aportan a este consumo se le sumar cualquier alimento que no sea sólido como las sopas, leche, entre otros. Aunque el Dr. Gonzalo Ruiz-Esquide, nutriólogo de Clínica Santa María advierte que “hay que evitar los líquidos azucarados, porque claramente tomar dos litros de bebida diaria puede causar obesidad”.
Cuando se aproxima el verano muchas personas comienzan a tomar más agua con el fin de bajar de peso, pero el doctor Ruiz-Esquide asegura que esto es un mito y que “Una ingesta adecuada de líquido es parte de un estilo de alimentación saludable y en eso hay que mantenerse en los niveles razonables para cuerpos humanos sanos”.
Potomania: cuando tomar agua es un trastorno
Tomar mucha agua también puede ser malo, incluso hay un trastorno compulsivo llamado Potomania, que es cuando las personas toman agua sin sentir sed, haciéndolo en grandes cantidades, pudiendo llegar a ingerir entre 8 y 15 litros de agua diarios.
Aunque este trastorno se da en casos muy reducidos, puede traer varias consecuencias, pues tomar mucha agua puede causar calambres, agotamiento y problemas más serios como arritmias cardiacas y problemas neurológicos.
Niveles mayores a 4 o 5 litros diarios de agua, pueden provocar alteraciones en la capacidad que tiene el riñón de mantener la composición del organismo en la sangre normal.
“El riñón es súper importante para mantener la composición de la sangre normal, para así filtrar la sangre, para que salgan las cosas que son malas y queden los nutrientes que son necesarios. Pero si uno obliga al riñón por periodos largos a eliminar cantidades excesivas de agua este puede perder su capacidad para mantener la composición sanguínea normal”, dice el doctor, quien además explica que “en la sangre esto puede causar un trastorno que se llama hipocalemia que consiste en cantidades reducidas de potasio y también hiponatremia que es cantidades reducidas de sodio en la sangre”.
Una persona sana y joven puede ser capaz de tomar tres o cuatro litros de agua sin ningún problema. Es importante tomar atención cuando las personas sienten mucha sed, pues esto podría ser el síntoma de alguna enfermedad como la diabetes.
Recomendaciones especiales
El doctor Ruiz-Esquide nos comenta que “las personas con enfermedades cardiacas y enfermedades renales tienen que conversar con su médico respecto a la cantidad de agua que deberían tomar”.
Otro consejo importante para las personas de edad es que no deben confiarse en la sed para saber cuánto líquido tienen que tomar, porque en ocasiones pueden sentir menos sed y no toman agua y podrían sufrir una deshidratación.
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