Hoy es el Día Mundial de la Salud Mental, y para conmemorarlo, conversamos con la doctora Carolina González de la Clínica Indisa, sobre un problema que afecta a muchas familias: la depresión infantil.
Pese a que solemos asociar depresión con los adultos, los niños también puede sufrir esta enfermedad, y es muy importante que los padres estén preparados para enfrentarlo.
¿Cómo se puede identificar la depresión en un hijo?
Dra. González: Hay cambios que pueden ser repentinos o paulatinos en el desarrollo normal del niño. Uno como padre debiera estar atento a alteraciones en el sueño, apetito, entendiéndolo como un aumento o disminución de alguno. También hay que fijarse en los cambios en el comportamiento habitual, si el niño se vuelve irritable, o más retraído, cuando no lo era.
Lo otro, es estar atento al desempeño escolar, no solo en rendimiento sino que además en las relaciones sociales o cambios conductuales.
¿Cuál es el primer paso tras la identificación de estos cambios?
Dra. González: La idea ante cualquiera de estos cambios, es que hay que llevarlo a un profesional de salud mental para descartar la patología, y si es algo que tenga que ver con otras circunstancias.
¿Qué puede llevar a un niño a tener depresión?
Dra. González: Pueden haber varios factores gatillantes, o situaciones puntuales que hayan determinado la aparición de una depresión en un niño, a nivel familiar, escolar, y en todos los ámbitos. Puede ser un duelo o situaciones de cambio, que a veces son complejas para ellos. O situaciones de bullying, dificultades como fracaso escolar, que el niño no logra adaptarse.
¿Cómo es el tratamiento de un niño con depresión? ¿Se medica?
Dra. González: En términos de la depresión, hay que evaluar de qué tipo de depresión estamos hablando, su intensidad y otros factores asociados. De acuerdo a eso se determina el tratamiento. La terapia, la psicoterapia, recobra un valor fundamental en la recuperación.
A nivel emocional ¿cómo se acompaña a un hijo con depresión?
Dra. González: Hay que tratar de disminuir factores que le ocasionen estrés al niño, no preocuparnos de situaciones que nos preocupan usualmente, como que rinda más, que se levante temprano. En este tipo de situación, esas cosas cobran un segundo plano, pues lo más importante es contener. Estar, escuchar, abrazar. Estar disponible ya es un aporte importante.
¿Cómo comunicar la situación al colegio o a los hermanos? ¿Cómo se aborda?
Dra. González: Lo ideal es que el ambiente donde se desenvuelve el niño esté enterado que el niño está con una situación puntual. Hay algo que está afectando al niño, por lo que es importante que esl resto tenga también un cambio frente a cómo tratarlo.
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