Comienzan las vacaciones y es normal estar más relajados, olvidar la dieta sana y dejar de lado los hábitos del cuidado de la piel. A este relajo se le suman varios factores externos como el exceso de sol, contacto continuo del agua de piscinas cloradas y el aire acondicionado. Todos factores que a mediano y largo plazo terminan por dañar la piel.
Frente a todos estos agentes, la doctora y dermatóloga del centro dermoestético Le Ciel, Ylé López, recomienda primero que todo, que “aunque dejemos nuestra rutina diaria, es necesario aumentar la necesidad de beber agua e ingerir más cantidad de frutas con gran aporte líquido y así evitaremos que el daño a la piel sea más severo”.
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