La culpa puede ser tema en la vida de las personas, sobre todo para la gente con pensamientos más obsesivos o que carga con depresiones, pues se puede convertir en una barrera que puede interferir en su vida.
Raúl Carvajal, psicólogo de la Clínica Santa María nos explica que “la culpa es un mecanismo desde el cual yo me agredo para no agredir al otro. Entonces, quienes logran decir las cosas directamente enganchan mucho menos con el tema de las culpas”. Además agrega que “uno siempre debiera estar abierto a cuestionar las normas sociales a través de la reflexión y así preguntarnos con qué tiene que ver esto que me tiene culposo”.
El psicólogo nos explicó que existe una tendencia a que las mujeres sientan más culpa que los hombres, esto porque su género está más marcado socialmente: “Existen cuestionamientos sobre lo que se espera del rol de la mujer y que habitualmente está asociado con modelos súper antiguos como una maternidad súper presente o una sexualidad en donde la mujer está más dispuesta a complacer al hombre. Un formato social donde la mujer es ‘la señorita’ y hay cosas que ‘no deber hacer’. Hoy en día esos modelos antiguos ya no calzan, por lo que la mujer está en la disyuntiva de responder el patrón antiguo o hacer aquello a lo que la misma evolución social la invita”.
Motivos por los que sentimos culpa
Hay diferentes razones por las que sentimos culpa, esto según la realidad de cada una.
1. Maternidad
Vivimos en un tiempo en donde dedicarse exclusivamente a la maternidad es muy difícil y las madres muchas veces sienten culpa ante esta situación.
El experto explica que “todos tratamos de resolver de la mejor manera posible el cuidado de los hijos, pero que la exclusividad en la maternidad no existe. Existe la idea de que estar embarazada siempre tiene que ser una cosa maravillosa y la verdad es que la mayoría de las veces la madre puede estar mal con su pareja, puede tener problemas económicos, otros en el trabajo. Es por esto que hay que tener en cuenta que no siempre la llegada de un hijo es un evento feliz”.
Ser padres es un gran cambio, hay cosas que son maravillosas, pero que también hay situaciones complicadas dentro de la crianza que nos hacen sentirnos culpables, por lo que es necesario naturalizar la vida de padres y no idealizarla.
2. Sexualidad
La culpa en la sexualidad tiene mucho que ver con la falta de comunicación, es decir contar que es lo que me gusta y lo que no. Expresar cuando tenemos ganas y cuando no.
“Cuando uno de los dos vive solamente para entregar placer va a sentir que no responde a lo que la pareja quiere y ahí hay una carga bien importante y contradictoria. Socialmente se entiende que los hombres son los que tienen siempre ganas, pero el giro que ha dado la sexualidad en Chile es bien interesante porque hay una mujer mucho más activa en la sexualidad. Estar conectados es fundamental y de esta manera podrán vivir una sexualidad más plena”, aconseja el psicólogo.
3. Rupturas amorosas
Es frecuente que después del término de una relación las personas se vean invadidas por la culpa. Lo que hay que hacer en estos casos para poder estar tranquilo es evitar caer en las manipulaciones con la ex pareja. Lo ideal es entender que la persona ya no forma parte de tu vida y lo que pase con ella no tiene relación contigo, porque de lo contrario podrías estar mucho tiempo pegada sobre lo que pasa con el otro y eso no te va a dejar avanzar.
“Es importante anotar que cosas me separaron de esta pareja, que cosas hicieron que ya no estuviéramos juntos y así tenerlo como un objeto observable. Hay que recordar que existen cosas tangibles que me separan del otro, las que te harán entender porque estoy donde estoy y no vivir en la ilusión de ‘si quizás yo hubiese sido más comprensiva…'”, explica Carvajal, quien aconseja “hacer una lista de las cosas que pasaron y así entender porque ya no estás con la otra persona, de esta forma conectarte con la experiencia completa y no sólo con la que te va a hacer sufrir”.
4. Comida
Las culpas al comer están habitualmente relacionadas con la gente que no se siente bien consigo misma. El drama es cuando la comida se convierte en un problema. “La comida hay que entenderla como un disfrute y si yo tengo tendencia a engordar entonces voy a buscar días justos para comer y así convertir la comida en algo agradable”, explica el experto.
Si quieres cuidar tu dieta la recomendación es establecer los días en los que vas a comer más y disfrutarlos, pues si comes con culpa te vas a sentir ansioso y esa ansiedad va a hacer que comas más.
En el caso de que no puedas superar tus sentimientos de culpa es recomendable que asistas a una terapia, pues Carvajal nos explica que “cuando empiezas a seccionar el fenómeno que te genera culpa te darás cuenta que hay pocos motivos para sentirse culpable. Cuando cuestionamos la culpa es uno capaz de sacarse de encima un montón de temas, que es lo que se intenta hacer a través de la terapia, por lo que si uno no puede hacerlo solo la terapia psicológica es bien eficaz para revisar aquellas cosas que me generan culpa y me tienen entrampado”.
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