Durante los últimos años la cantidad de personas que consultan por esta condición ha aumentado considerablemente y si bien la mayoría son mujeres de mediana edad hoy los hombres también acuden a consultar por la presencia de bolsas y exceso de piel en los párpados.
La blefaroplastía o cirugía de párpados es una de las soluciones existentes a esa molesta condición. ¿Sus ventajas? Según la Dra. Montserrat Fontbona, cirujano plástico de Clínica Avansalud, explica que esta es una cirugía de rápida recuperación que permite eliminar las bolsas de los ojos, su exceso de piel y el tejido adiposo que se acumula, tanto en párpados superiores como inferiores.
A juicio de Fontbona, esta cirugía realizada por especialistas certificados entrega un resultado natural y armónico con cicatrices casi imperceptibles que da un aspecto rejuvenecido y descansado a la mirada
Otras de las ventajas de esta operación, explica la doctora, es que puede realizarse de forma ambulatoria y dependiendo de la condición de paciente, su recuperación puede ser rápida.
Cuidados a considerar
En el postoperatorio se indica un reposo relativo que no requiere descanso en cama, ya que es una cirugía que produce muy poco o nada de dolor. “La principal molestia de la cirugía es hinchazón y eventualmente un hematoma inicial que suele desaparecer con el paso del tiempo. Al cabo de los seis o siete días siguientes se retiran los puntos y se puede retornar a las actividades cotidianas rápidamente”, explica la cirujano plástico.
Cabe destacar que las personas que se someten a una blefaroplastía no deben realizar actividades que demanden esfuerzo físico durante los primeros días. “Además deben protegerse adecuadamente del sol, tanto en invierno como en verano, con lentes y bloqueador solar para evitar manchas o pigmentación en las cicatrices”, advierte la especialista.
En el portal de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, explican que hay situaciones médicas en que la blefaroplastia podría tener un mayor riesgo. Estos son: Enfermedad de la glándula tiroides, como el hipertiroidismo y la enfermedad de Graves. También el ojo “seco” o insuficiencia lagrimal. El desprendimiento de retina y el glaucoma exigen una evaluación oftalmológica previa para decidir esta cirugía.
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