Las muelas del juicio son para muchos una verdadera pesadilla que generalmente comienza al cumplir los 18 años de edad. Es ahí cuando la mayoría se ve amenazado por la pronta erupción de los terceros molares.
Pero, ¿es necesario extraerlos? ¿es posible que alguien tenga la suerte de no tenerlos? ¿sirven de algo? Estas y otras dudas que existen en relación a este tema fue lo que nos aclaró Mario Zúñiga, cirujano dentista y académico de la Facultad de Odontología de la Universidad San Sebastián.
“Las muelas del juicio son los últimos dientes que hacen erupción en la cavidad oral de los humanos, alrededor de los 18 años, razón por la cual son llamadas de juicio, haciendo referencia a la mayor conciencia que se supone que las personas tienen con la mayoría de edad. Son 4 (dos a cada lado del maxilar superior y la mandíbula) y se localizan al final de los arcos dentales”, explica Zúñiga.
VERDADERO Y FALSO
A continuación el cirujano dentista aclara los mitos y verdades que se relacionan a este tema.
Todas las personas tienen muelas del juicio.
FALSO. El profesional asegura que, “no en todas las personas llegan a erupcionar o aparecer los terceros molares. En gran parte de ellas, pueden quedarse retenidos en los maxilares. También hay personas en las que no solamente son inobservables, sino que nunca llegaron a formase y desarrollarse, lo que se conoce como agenesia”, asegura.
Siempre se deben extraer
FALSO. Mario Zúñiga dice que, “los terceros molares no siempre deben ser extraídos, por ejemplo si al erupcionar se encuentran en una posición adecuados y son de accesibilidad al paciente para poder higienizarse, pueden funcionar como un diente cualquiera”. Y agrega que, “en el caso de encontrase dentro de los maxilares, el dentista realiza una evaluación. Si no existe riesgo del compromiso del tercer molar a los dientes adyacentes, generalmente puede quedar en los maxilares, ameritando controles radiográficos determinados en tiempo por el dentista tratante”.
Empujan a otras muelas
FALSO. “En líneas generales, la aparición de los terceros molares no causa de manera directa el problema, de todos modos estas particularidades deben ser avaluadas por el ortodoncista, quien es el especialista en el tema”, dice Zuñiga.
Cuando están saliendo duele
VERDADERO. El especialista explica que la erupción de estas muelas siempre viene acompañada de una especie de “bolsillo” llamado capuchón pericoronario y este proceso genera molestias. “Las complicaciones más dolorosas pueden producirse cuando este capuchón está infectado por acción de las bacterias que habitan en la cavidad oral, pudiendo producir mayor dolor e inflamación”, advierte el dentista.
Las muelas del juicio no sirven para nada
FALSO. “Si los terceros molares se encuentran en buena posición y el paciente contacta con otro molar al cerrar la boca, entonces cumplen la misma función que los restantes molares”, asegura el odontólogo.
Es más fácil extraerlas cuando somos jóvenes
FALSO. El cirujano dentista asegura que las complicaciones en la cirugía no tienen que ver con la edad, “sino con factores como la posición de los dientes dentro del hueso y la relación de los terceros molares con sus molares adyacentes y con estructuras importantes como el seno maxilar o el conducto del nervio dentario inferior”.
No hay nada más doloroso que el post operatorio
FALSO. Aunque muchas personas dicen sentir mucho dolor luego de la extracción de las muelas del juicio, esta realidad no le toca a todos. Según Mario Zúñiga, esta creencia no es completamente verdadera. “Las características del post operatorio guardan relación con la dificultad y duración de la cirugía. Una cirugía corta y limpia debería tener un posoperatorio de mejor manejo que una cirugía larga y complicada”, explica.
La buena noticia, según es especialista, es que muchos dentista manejan algunos trucos que pueden hacer que esta experiencia no genere traumas.
“Existen maniobras farmacológicas que manejamos los dentistas, como el uso de antibióticos, analgésicos o corticoides, que se pueden administrar incluso previo a la cirugía, para que el posoperatorio sea mejor llevado por el paciente. Otro factor muy importante es indagar en la salud general del paciente, ya que hay enfermedades como la diabetes mal compensada o pacientes inmunocomprometidos que deben recibir cuidados especiales”, finaliza.
COMENTAR