Luego de las vacaciones, y la exposición al sol, el mar y las piscinas, no es de extrañar que nuestro cabello esté convertido en un verdadero desastre. Razón más que suficiente para someternos a cuanto tratamiento de hidratación y reconstrucción exista.
Las mascarillas capilares se ofrecen habitualmente como una alternativa para nutrir e hidratar el cabello dañado. Pero ¿son realmente efectivas?
Conversamos con dos expertos sobre este tema, quienes nos explicaron los beneficios de las mascarillas capilares, los cuidados que debemos tener y cómo nutrir e hidratar nuestro cabello de manera efectiva.
¿Nutrir de forma externa o interna?
Jennifer Narine, dermatóloga de Clínica de Medicina Estética Le Ciel, explica que es importante entender que la nutrición “se da a nivel celular y es el proceso por el cual se obtienen los nutrientes del medio externo”.
La especialista aclara que el bienestar de nuestro cabello “está relacionado a factores tanto internos como externos, que tienen que ver con una buena o mala nutrición, enfermedades, alteraciones hormonales, contaminación ambiental, sol y estrés”.
La dermatóloga asegura que para lograr tener un cabello saludable “la alimentación toma un papel protagónico porque permite a los organismos utilizar y transformar los nutrientes para mantenerse vivos y aporta componentes como aminoácidos, proteínas, ácido fólico, cistina, hierro taurina, biotina. De esta manera ayudamos al fortalecimiento, crecimiento, hidratación y protección de nuestro cabello desde el interior”.
¿Sirven las mascarillas capilares?
En cuanto a las promesas de nutrir el cabello de forma externa, la dermatóloga Constanza Ullrich Gaona de Red Salud Vitacura explica que “es más difícil, dado que la penetración a través de la piel del cuero cabelludo no sería suficiente para ‘nutrir’ el pelo (…) Para que una fibra capilar sea sana y se nutra, las personas deben tener una dieta sana y balanceada”.
La especialista explica que las mascarillas capilares sirven basicamente para “hidratar, proporcionar emolientes a una fibra capilar que está dañada, en general por efectos externos como sol, piscina o tratamientos de peluquería. Sin embargo los tratamientos externos permiten mejorar condiciones de deshidratación y grasitud, en zonas donde es difícil la humectación natural del pelo”, indica.
Los ingredientes que debes evitar en las mascarillas capilares
Por su parte, la dermatóloga Jennifer Narine advierte que debemos tener cuidado con los ingredientes que compongan los tratamientos capilares. Por esto, comparte a continuación una lista de los componentes que debes evitar a la hora de elegir este tipo de tratamientos.
– Lauril sulfato de sodio Lauril sulfato de amonio: irrita cuero cabelludo.
– Amoniaco: altera la fibra capilar.
– Cloruro de sodio: causa resequedad.
– Polietileno de glicol: causa deshidratación.
– El formaldehído: provoca caída del cabello
– El alcohol: causa resequedad.
– Colores sintéticos: genera sensibilidad del cuero cabelludo.
Y agrega que lo más importante para tener un pelo saludable es “mantener rutinas diarias adecuadas. Desde un buen aseo, productos adecuados y evitar irritantes externos. Y ante cualquier duda o alteración, acudir a una consulta médica”, finaliza.
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