Las mascarillas faciales son uno de los cosméticos que han trascendido generaciones. Si bien antes eran hechas en casa con productos naturales, con los avances tecnológicos, hoy existen muchas opciones que marcan una tendencia indispensable en la rutina de belleza diaria de las personas.
Por lo general, estos productos contienen una gran concentración de ingredientes activos para conseguir un efecto o cambio visible en la piel de manera inmediata.
Dentro de los beneficios, se encuentra una correcta hidratación, tono más parejo, combaten las imperfecciones y un mayor bienestar en la piel. Se puede utilizar en diferentes formatos, ya sea en crema, gel u otras texturas.
Imagen: Instagram @ovoenergy_argentina
Mascarillas para cada tipo de piel
En la industria de la belleza, existen múltiples opciones de mascarillas faciales para cada tipo de piel, lo importante es elegir la correcta de acuerdo a las diferentes necesidades. Por esto, la cosmetóloga de The Body Shop, Alejandra Abarca, entrega las siguientes recomendaciones:
Piel Normal
Tratar este tipo de pieles suele ser más fácil, ya que al no requerir productos tan específicos, el enfoque está en hidratar y limpiar el rostro.
Piel Grasa
Lo ideal es aplicar mascarillas purificantes como las de arcilla o carbón, ya que gracias a sus activos infiltrantes, limpia en profundidad el rostro dejando la piel sana y equilibrada por más tiempo. Para este tipo de piel, se recomienda utilizar productos que ayuden a combatir la oleosidad del rostro.
Piel Seca
En este caso, lo importante es buscar productos que contengan agua, como por ejemplo, el ácido hialurónico que combinado con agentes activos, ayuda a prolongar la hidratación en la piel.
Imagen: The Body Shop
¿Cómo aplicarlas?
“Al momento de aplicar la mascarilla, es necesario realizarlo en una piel limpia, ideal luego de la exfoliación, para luego dejarla actuar por al menos 20 minutos. Al retirarla, debe ser con agua tibia para continuar con la rutina de belleza”, asegura la especialista de The Body Shop, Alejandra Abarca.
Para cuidados más específicos, existen mascarillas dependiendo las necesidades como, por ejemplo: reafirmantes, aclaradoras, iluminadoras, calmantes o nutritivas.
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