Los niños pueden ser muy selectivos a la hora de comer, por eso aquí les doy una lista de alimentos altamente nutritivos que la mayoría de ellos disfrutará.
Siempre me causa gracia cuando la gente me pregunta cómo comían mis hijos cuando eran pequeños. Estoy segura que la mayoría piensa que – dado lo que hago – mis hijos debieron ser comedores perfectos o que, al menos, contaba con algunos trucos bajo la manga para lograr que me rogaran comer brócoli. En honor a la verdad, mis hijos no fueron para nada diferentes de otros niños, pues tenían sus gustos y rechazos, así como etapas en las que querían comer lo mismo todos los días.
Naturalmente, me preocupaba un poco que sus necesidades nutricionales no siempre estuvieran satisfechas, sin embargo había muchos alimentos saludables que estaban dispuestos a comer. Sólo tenía que preocuparme de bajarle el perfil a lo de “saludable”, porque decirle a un niño que algo “le hace bien” es la manera más rápida y segura de que no lo quiera comer.
De modo que acá hay una lista de mis mejores alimentos para niños, ricos y buenos para ellos:
1. Atún. Muchos niños respingan la nariz en un primer contacto, pero casi siempre terminarán por comer una pasta de atún. Como todos los pescados, el atún es una excelente fuente de omega 3 y además es rico en proteínas. Intentemos mezclando una lata de atún desmenuzado con palta molida en vez de mayonesa para una pasta de atún más saludable y sirvámosla con galletitas integrales. A los niños les encanta preparar sus propios sándwiches de galletas.
2. Smoothies. Muchos niños se quedan cortos cuando se trata de su requerimiento de calcio y la mayoría no come suficiente fruta, así que los smoothies ayudarán a cubrir ambas deficiencias. Son rápidos y fáciles de preparar y sacadores de apuro cuando estamos sin tiempo por la mañana. A los niños les encanta prepararlos. Si tenemos a mano leche descremada, proteínas en polvo y alguna fruta congelada, nuestros hijos podrán encargarse sin problemas.
3. Zanahorias. Los niños y los vegetales generalmente no hacen una buena dupla, sin embargo las dulces y crujientes zanahorias suelen ser la excepción. Las zanahorias son ricas en beta caroteno para ayudar a una piel saludable y una buena visión. También son fuente de fibra. Son divertidas de comer solas o untadas en salsas bajas en grasas o guacamole.
4. Avena. Toma unos pocos minutos cocinarla y es naturalmente rica en fibra y vitamina B. Intentemos prepararla con leche descremada o de soya en vez de agua, de modo de agregar calcio y proteínas. Luego endulcemos y agreguemos algunas rebanadas de fruta como plátano y manzana
5. Frutillas. A los niños les encantan las frutillas porque saben muy bien y al mismo tiempo están cargadas de vitamina C, potasio y fibra. Cuando no es época de frutillas frescas, podemos usar las congeladas para preparar smoothies o mezclarlas con yogurt.
6. Granos o frutos secos. En vez de papas fritas o ramitas, ofrezcamos a los niños frutos secos para satisfacer su necesidad de algo crujiente y salado. Las almendras, nueces y pistachos proveen aceites saludables, proteínas y minerales como el zinc y el magnesio.
7. Porotos. Los porotos son doblemente nutritivos para los niños, pues no sólo son una excelente fuente de hierro sino que también de fibra. La mayoría de los niños comerán porotos enlatados si los sazonamos con kétchup u otras salsas. También podemos probar preparando crema de porotos o meter un puñado de porotos cocidos en la juguera, con un poco de sal, jugo de limón y aceite de oliva para lograr una sabrosa pasta de hummus para untar vegetales crudos.
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