Llámenme optimista empedernida, pero soy de las personas que creen que de todo lo malo se le puede sacar provecho.
Hace un par de semanas se estrenó la segunda temporada de la Serie de Netflix 13 Reasons Why. Días más tarde nos enteramos del trágico suicidio, en circunstancias semejantes a las de la protagonista, de la alumna del Nido de Águilas Katherine Winter.
Sus padres, durante su funeral, realizaron un llamado de atención a los medios de comunicación respecto a cómo las series de televisión pueden influir en los adolescentes. Y alentaron a otros padres a prestar atención a lo que sus hijos ven. Y no puedo estar más de acuerdo: los medios de comunicación deben ser responsables con los contenidos que emiten y los padres también deben responsabilizarse por lo que sus hijos ven.
Creo que este tipo de series son una oportunidad para hacer una necesaria educación emocional y que de nada servirá demonizarla. Por una simple razón: lo prohibido genera deseo.
Pero siendo bastante realista y considerando que es probable que los medios no dejen de realizar producciones como “13 Reasons Why”, porque venden (lamentablemente la ética no es la lógica que mueve el mercado), ni lo padres podrán controlar todo lo que sus hijos vean, ya que no pueden estar constantemente supervisándolos y muchos de ellos no acatarán un “no lo veas” como una regla a seguir, (una de las características de la adolescencia es desafiar la autoridad y seguir modas, aunque sean peligrosas, para no quedar excluidos del grupo de pares); creo que este tipo de series son una oportunidad para hacer una necesaria educación emocional y que de nada servirá demonizarla. Por una simple razón: lo prohibido genera deseo.
Cómo olvidar la época en que se divulgó que Xuxa era Satánica y que si dabas vuelta el cassette se oía como alababa al diablo o si leías el apocalipsis encontrarías la similitudes con su show de la paquitas. Y ¿cúal fue el llamado de nuestra sociedad? a alejar a los niños de esos contenidos maléficos ¿y qué sucedió? que todos empezaron a dar vueltas sus casettes y leer la biblia y hacer de ese tema el tópico central en recreos y reuniones infantiles y juveniles.
No podemos proteger a nuestra juventud diciéndoles que se alejen del peligro, debemos abrir conversaciones para guiarlos a tiempo. Como psicóloga y co-fundadora de Relaciones Inteligentes creo que esta serie es un material invaluable que podemos usar todos los agentes educativos y de salud mental para hablar de eso que pasa a diario y que de nada sirve de negar.
Acorde con ese objetivo les dejo este video: 13 maneras de cómo utilizar la serie de Netflix 13 Reasons Why para educar en Inteligencia Emocional. Y me comprometo semanalmente realizar videos, en los que analizaré de pe a pa esta serie, para apoyarlos en esta desafiante pero importante tarea de educar para la vida ¡Manténganse atentos a mi Instagram! @consdelrosario ¡No se los pierdan!
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