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¿Cómo lograr que un niño duerma siesta?

Después de los cuatro años, puede que este hábito se pierda. Sin embargo, es importante que lo retomes cuanto antes, ya que la energía de un menor no dura todo el día si no toma un descanso.

Por Javiera Kessra

Para los niños pequeños es fundamental dormir una siesta después de su almuerzo, al menos hasta los tres años. Pero, cuando pasan esta edad, es normal que prefieren ocupar ese tiempo en otras cosas, como jugar.

Sin embargo, ningún menor puede aguantar tantas horas derrochando energía sin tomar una pausa en su rutina, ya que de lo contrario se pondrá irritable o se quedará dormido antes de lo pronosticado, lo que podría alterar su rutina.

Imagen: Gentileza Freepik.com

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Pero ¿Cómo hacer dormir a un niño? En el sitio español SerPadres publicaron un mecanismos para lograr que tu hijo tome una pausa después de almuerzo.

Establecer una rutina

Los niños son rutinarios. Es decir, si se acostumbran a un hábito, este se hará constante, por eso es fundamental mantener un horario y respetarlo. 

¿Cómo saber si está descansado?

Si se muestra activo y feliz por el día y en la noche logra conciliar el sueño con la cantidad y calidad correcta, no hay problema si no duerme siesta todos los días.

Sin embargo, es importante que pueda retomar su rutina, ya que después de los primeros días de actividad y euforia, puede que su rendimiento no sea el mismo y te demuestre que necesita más descanso.

Si tu hijo demuestra alguno de estos síntomas, debes prestar atención:

– Se levanta con dolor de cabeza.
– Le cuesta mucho despertarse.
– Está soñoliento y cansado por el día.
– Se duerme en cualquier sitio
– Está irritable.

Imagen: Gentileza Freepik.com

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Ambiente de siesta

– Es preferible que no sea demasiado tarde para no interferir con el sueño nocturno. Después de comer es cuando el organismo está más propicio al sueño, por lo que no debiera costarte tanto trabajo que duerma en ese momento.
Organiza el día tomando en cuenta el nuevo horario del pequeño y evita organizar panoramas en la hora de descanso del bebé.
Utiliza elementos que el niño relacione con el sueño, todos los días y a la misma hora, como su muñeco favorito, leerle un cuento, hacerle un masaje o música relajante. De esta manera, el niño las asociará al sueño y le producirán somnolencia.
No llamarla ‘siesta’, no usar pijama ni decir que va a dormir. Si no quiere irse a la cama, puede hacerla en cualquier lado que sea cómodo y seguro. Lo importante es que asocie ese momento con el descanso.
No hagas de la siesta una pelea o un momento negativo para él. Si un día no desea dormir, no habrá problemas. Lo importante es que no se vuelva un hábito.
No es necesario dejarle a oscuras, ni cerrar ventanas, puertas o cortinas, ya que esto le ayudará a diferenciar la siesta del sueño nocturno.

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