Tre Cosby es un comediante estadounidense de 40 años, que revolucionó las redes sociales tras publicar un video en YouTube, castigando a su hijo por haber repetido el colegio.
“Ellos (hijos) no quieren actuar correctamente, entonces ¿Adivinen qué? Tendremos que destrozar su PS4. Aunque esta vez yo no lo haré”, señaló el padre del menor en el comienzo del video.
“Te había advertido que si no subías tus notas la PS4 iba a recibir las consecuencias. Ahora muéstrales a todos lo que ocurre por no escuchar a los padres”, agregó.
Para llevar a cabo su castigo, Cosby metió la consola dentro de una bolsa y le pidió a su propio hijo que golpeara con un fierro.. Posteriormente, el adulto le arrojó una piedra grande al juguete, provocando el llanto del menor.
Pero a Tre no le bastó con eso, ya que después pasó su automóvil sobre la “play”, destrozándola, lo que generó que fuera duramente criticado en las redes sociales por su actuar.
En este contexto, BioBioChile se contactó con una experta para saber qué consecuencias tienen este tipo de actos, y acá te contamos lo que dijo.
¿Por qué no debes humillar a tu hijo en público?
“Primero, es fundamental distinguir que más que un tipo de castigo, cuando se menosprecia o humilla a un hijo o hija, se está violentando psicológicamente a ese menor de edad”, asegura la psicóloga Guila Sosman.
Además, la experta en atención y evaluación psicológica de personas víctimas de expresiones de violencia y vulneración de derechos, enfatiza en las consecuencias que tiene para el pequeño la exposición frente a sus pares: “Si consideramos que, para un menor o adolescente, la aceptación por parte del grupo de pares representa un elemento fundamental en su vida, al humillarlo frente a sus compañeros se está perjudicando la posibilidad de que él o ella puedan constituir un grupo de referencia que le brinde la aceptación y cariño que necesita para su desarrollo”, dice.
“En este sentido, se incurre en una doble falta: primero se humilla al niño y luego, de manera intencional, esto se muestra públicamente, generando más daño. Además, esto genera temor, frustración y rabia en el niño, pero no necesariamente una real comprensión de la falta en la que incurrieron y tampoco da la oportunidad para que puedan reparar el error”, agrega.
Sosman enfatiza que los niños que son denigrados públicamente pro sus cuidadores, pueden ver afectada su salud mental, “porque este tipo de prácticas repercute directamente en su autoestima, disminuyéndola. Además, genera una autopercepción negativa, inseguridad, sentimientos de rabia, impotencia y desconfianza hacia los padres y entorno en general, lo que se puede manifestar en conductas agresivas o excesivamente pasivas, trastornos en el desarrollo, trastornos del sueño, alimentación y control de esfínter, entre otros”, asevera.
La experta finaliza recordándoles a los padres que su conducta define la de sus hijos en la crianza. “En este sentido, si somos violentos con nuestros hijos, ellos aprenderán que para resolver un conflicto es legítimo el uso de la violencia. De la misma forma, si utilizamos la humillación pública para disciplinar a nuestros hijos e hijas, lo que les estamos comunicando es que es válido este tipo de comportamiento si deseamos darnos a entender. Por lo mismo, no es de extrañar que posteriormente estos niños y niñas humillen a sus pares o, por el contrario, sufran de humillaciones, que cuando ocurren de manera sistemática por un período de tiempo es lo que llamamos bullying”, manifiesta.
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