Víctor Chanfreau (18), vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), fue uno de los que lideró la “funa” en el colegio República de Siria, local donde a él le tocaba rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Y a la fecha, se ha convertido en uno de los voceros de las manifestaciones.
Sin embargo, la semana pasada, tras los incidentes ocurridos durante la jornada, la ministra de Educación, Marcela Cubillos, aseguró que, el joven de 18 años, “tiene dos problemas: primero, va tener que hacerse cargo judicialmente, porque es un joven que ha llamado a impedir el legítimo ejercicio de otros jóvenes, a través de la violencia y, al mismo tiempo, al inscribirse para dar la PSU en las condiciones que fija el Demre, debe quedar al margen del proceso”.
Ante esto, la defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, se refirió a los dichos de la ministra, en una entrevista con Radio Duna, donde explicó que “el hecho de una investigación penal no les impide, desde ningún punto de vista, el ejercer su derecho a la educación. Por eso nosotros hemos sostenido que, desde esa perspectiva, una decisión reglamentaria o administrativa no puede estar por sobre un derecho asegurado constitucionalmente, que también ha sido asegurado por tratados internacionales que Chile ha ratificado como es la Convención sobre los Derechos del Niño”, informó.
“Acá lo que nosotros seguimos viendo de manera preocupante, y que tiene que ver mucho con lo que está pasando en la sociedad, es como en definitiva las autoridades en vez de generar espacios reales de participación de niños, niñas y adolescentes, lo que están haciendo es permanentemente excluirlos, invisibilizándolos, deshumanizándolos, tratándolos como criminales, y eso tiene impactos serios”, sentenció.
Por lo mismo, detalló que “como las autoridades insisten y persisten en un comportamiento que solo tiene que ver con la criminalización de la juventud mas no como considerarlas como sujetos activos de derecho, tenemos los resultados que tenemos. Y con esto no estoy justificando hechos de violencia de ninguna naturaleza porque no nos parece que la violencia sea el camino para nada en nuestro país. Esperamos que este tipo de comportamientos de erradiquen. Pero eso no quita que las autoridades de una buena vez en este país se hagan responsables”, señaló.
“Si esas autoridades se sentaran en la mesa con los jóvenes a tiempo, oyeran sus demandas a tiempo y los consideraran como sujetos válidos y no los deshumanizaran ni dejaran siempre de lado pensando que son personas de segunda categoría que no tienen nada que opinar”, finalizó.
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