Todas tienen un objetivo en común: verse increíbles el día en que den el “sí”, sin embargo cada mujer debe sacarle provecho a sus propios atributos, en vez de tratar de lucir como novia de revista. Si estás próxima a vivir este momento y no sabes cómo elegir ese vestido de ensueño, aquí te damos algunos consejos que te salvarán.
Siempre se dice que lo más importante en el día de un matrimonio es el vínculo que se crea entre los novios, sin embargo eso es falso, pues a la mujer, lo que más le quita el sueño -y por muchos meses- es el hecho de que ese día debe robarse las miradas, verse increíble y causar sensación cuando llegue al altar.
Para lograr eso, lo primordial es escoger el vestido perfecto. Pero ojo, que todas las mujeres tienen cuerpos con atributos distintos, y por lo tanto, el vestido que a una le queda fantástico, quizás a la otra no le quede tan bien.
Si estás a punto de dar el gran paso y quieres dejar a todos con la boca abierta en el día de tu matrimonio, a continuación te damos algunos consejos para elegir el vestido perfecto para ti, según tu tipo de cuerpo.
Cuerpo con forma de pera
Tus caderas son prominentes y tienes hombros más angostos. La misión aquí es equilibrar las proporciones, por eso debes inclinarte por los modelos de vestido con corte imperio, porque te ayudarán a darle más realce a tu parte superior y así podrás disimular un poco la de abajo con la caída del vestido, que es más acampanada.
Otra alternativa son los vestidos de princesa con strapless, tipo corazón. Así tu delantera destacará un poco más, logrando que las miradas no vayan sólo a tu pompis.
Otro tip: evita el juego de volúmenes con muchas capas, porque sólo te verás más ancha.
Cuerpo con forma de reloj de arena
Eres curvilínea y tienes una silueta muy sensual. Tu cuerpo es el más armónico, por lo que puedes usar cualquier modelo que se te ocurra, pues sí o sí te verás fenomenal.
Una buena opción son los vestidos que se ciñen a la cintura, como los que tienen corsés y faldas acampanadas (princesa), o los tipo tubo, que van en la línea más clásica.
Ahora, si eres más osada, prueba con un vestido sirena. Sin duda, con éste tus curvas se robarán la película.
Cuerpo con forma de bloque
Tu cuerpo es más bien recto, es decir tus hombros y tus caderas son proporcionales. Además, tienes poca cintura, el típico perfil de un cuerpo atlético.
La misión de tu vestido debe ser dar volumen y disimular la ausencia de las curvas, así que evita usar modelos ajustados porque te verás como una tabla sin forma.
Como debes darle forma a tu físico, tienes permitido jugar con el volumen y los encajes.
Cuerpo de campana invertida
Tienes una delantera desarrollada, pero tus caderas son más bien estrechas. Lo que debes hacer es tratar de disimular tu falta de “pompas”, por eso una buena forma de disimular es mostrando uno de tus mejores atributos: las piernas.
También puedes disimular tu falta de caderas usando vestidos con forma de A, así harás que tu parte de abajo se vea más abultada. Este modelo también es óptimo para aquellas que tienen rollitos en la panza, porque van ajustados sólo en la parte superior de la cintura, bajo el busto.
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