Dior se fundió en la naturaleza en su desfile este martes en París en el que predominaron los motivos florales y los colores tierra, en un homenaje a Catherine Dior, hermana del diseñador francés, miembro de la Resistencia y jardinera.
En momentos en que el cambio climático está en boca de todos, la firma recreó un jardín con 160 árboles que serán replantados en la capital francesa. Bajo sus copas, las modelos desfilaron con sombreros de paja y alpargatas bordadas, y dos trenzas que evocaban a una de las figuras mundiales más emblemáticas del momento, la joven ecologista Greta Thunberg.
La directora artística de Dior, Maria Grazia Chiuri, militante feminista, volvió a revolver en los archivos de Christian Dior, pero esta vez para rendir homenaje a su hermana pequeña Catherine, clave en la vida del icónico diseñador francés.
“Catherine no ha sido olvidada. Pero siempre fue descrita por Dior como una musa, menos que como una personalidad. Estuvo en la Resistencia, fue torturada. Tras la guerra se ocupó del jardín para de alguna manera olvidar el horror vivido”, explicó a la AFP Chiuri, previamente al pase.
Catherine Dior fue torturada por la Gestapo y deportada al campo de concentración de Ravensbrück. Después del conflicto, vendió ramos en París. “Logró hacer una carrera con las flores“, dijo la diseñadora italiana, artífice de la célebre camiseta de Dior con el lema “We should all be feminists” (Todos deberíamos ser feministas).
Miss Dior
Pocos saben que el primer perfume de la firma, Miss Dior, creado en 1947, fue bautizado en honor a su hermana. La vegetación invade la colección para la próxima primavera-verano que fue presentada ante la mirada de grandes adeptas a Dior, como Jennifer Lawrence, Karlie Kloss y Julianne Moore.
Algunas prendas fueron impresas a partir de verdaderas flores. “Es como si fuera alta costura“, dijo Chiuri. “Hoy en día todo el mundo está obsesionado con que las prendas tienen que ser iguales, es una idea industrial“, lamentó.
Los shorts, los vestidos cortos y los petos evocan la tierra con sus colores beiges, combinados con camisas azul eléctrico. Las faldas largas de rafia con bordados de rosas invitan a imaginar una vegetación exuberante. Los vestidos vaporosos con flores de colores que parecen subir como yedras se combinan con finos cinturones de cáñamo.
Después de que Chanel suscitara las críticas de los ecologistas en marzo de 2018 por haber talado árboles para su desfile, Dior afirmó haberse asociado a un grupo de paisajismo que seleccionó los árboles que serán replantados en varios lugares de la capital francesa. “El hombre de un lado, la naturaleza del otro, debemos hallar una manera de vivir juntos“, dijo la diseñadora.
La industria de la moda es una de las más contaminantes del planeta y la presión social está llevando a las históricas firmas a movilizarse para dar una imagen más amigable con el medioambiente. Más de 30 grandes grupos mundiales del textil, desde el gigante del lujo Kering hasta la española Inditex (Zara, Massimo Dutti…) lanzaron el mes pasado en el marco del G7 de Biarritz un “pacto de la moda” para comprometerse a emprender acciones que contribuyan a limitar el calentamiento a 1,5 ºC más respecto a la era preindustrial. Dior forma parte del grupo LVMH, rival de Kering, que no firmó el pacto.
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