Con un homenaje a la elegancia de la sastrería, Ralph Lauren dio la puntada este sábado a la segunda jornada de la Semana de la Moda de Nueva York, en la que también destacaron por su glamour Brandon Maxwell, Christian Siriano y Taoray Wang.
La firma estadounidense brilló por su puesta en escena, ya que invitó a numerosas celebridades a cenar en un desconocido “Ralph’s Club” que resultó ser una recreación, en pleno Wall Street, de un club ambientado en los años 30, en el que actuó Janelle Monae.
En un formato de desfile que se salió de lo habitual y se retransmitió por internet, las modelos, lideradas por Gigi Hadid, sonrieron a los comensales entre las mesas mientras lucían una colección de otoño 2019 protagonizada por el traje y las túnicas fluidas.
Predominaron el blanco y el negro, con pinceladas de color azul eléctrico, amarillo claro y rojo; los tejidos sinuosos en raso y la tela de calidad, además de mucha pedrería y lentejuelas, con las que Ralph Lauren dio feminidad a las siluetas clásicas.
Entre los conjuntos, destacaron varios vestidos o monos en los que la parte superior estaba confeccionada con un chaleco y la falda larga tenía movimiento; así como un vestido de lentejuelas rojo, largo y con vertiginoso escote en uve lucido por Bella Hadid.
Lauren había estado ya en boca de todos esta semana durante el Abierto de Tenis que se celebra en Nueva York, pues su marca Polo es la diseñadora oficial de los uniformes de la pista y además ha invitado a caras conocidas a asistir vistiendo sus creaciones.
Pero hoy había expectación también por Brandon Maxwell, el diseñador del año según el Consejo de Modistos de EE.UU., quien aparcó la extravagancia con la que ha vestido a Lady Gaga durante años para presentar a una mujer glamurosa desde la sencillez.
La modelo Irina Shayk abrió este desfile, que comenzó con “looks” de pantalón tejano y suéter y fue evolucionando hacia la sofisticación, primero con traje de chaqueta y pantalón corto, en raso o brillante, y después con sinuosos vestidos para la noche, y hasta uno blanco de novia.
En cuanto a moda masculina, Maxwell apostó por un hombre clásico pero “cool”, con trajes de pantalón y chaqueta holgados en beis y negro, rosa palo y azul bebé, rojo fuerte y verde bosque.
Por su parte, Christian Siriano hizo una ambiciosa presentación que homenajeó a las bellas artes con enormes lienzos colocados en mitad de la pasarela, y propuso una colección inclusiva en cuanto a tallas, digna tanto de llevarse en la calle y la alfombra roja.
El diseñador, que ganó en 2008 el concurso televisivo “Project Runway” y se ha consagrado en el mundo de la moda, propuso favorecedores trajes de chaqueta para el día pero impactó con vestidos con volumen y colores fuertes en amarillo, verde metálico o a rayas arcoíris más propios para la noche. Destacaron vestidos negros con flecos y brillantes, de estilo “flapper”, y las dos majestuosas creaciones de cierre, con cascadas de tul y silueta exagerada, en color negro combinado con aguamarina, azul y rosa fucsia.
Por su parte, la firma china Taoray Wang abrió la jornada con una colección primavera-verano 2020 muy femenina y con mucha actitud, inspirada en la película “Colette” (2018), sobre la autora francesa Sidonie-Gabrielle Colette. Wang Tao, la fundadora de la firma, explicó a Efe entre bambalinas que quedó “inspirada por el estilo y el espíritu” de la escritora, por lo que confeccionó los trajes que son símbolo de su compañía jugando con el color, el encaje y la seda.
Otra firma que acaparó la atención hoy fue Kate Spade, que dispuso su pasarela en un jardín por el que las modelos pasearon con plantas bajo el brazo y luciendo propuestas primaverales, sobre todo vestidos largos y estampados en colores pastel, de líneas femeninas.
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