La veinteañera Karyn Coo tuvo un año intenso durante el 2013, pues en agosto pasado se convirtió en madre de Filippa y no ha parado de trabajar. Al no ser una hija planificada la diseñadora se encontró en un momento en donde lo laboral era su prioridad, sin embargo al ser madre todo dio un vuelvo, “siempre pensé que cuando fuera mamá iba a tener nana o que alguien la iba a cuidar, nunca imaginé la necesidad que iba a tener de estar con mi hija todo el tiempo, que es lo que he hecho”, dice Karyn, a quien hemos visto junto a su hija en pasarelas y eventos. Respecto a las apariciones públicas de Filippa dice que “es mi trabajo y con mi marido siempre pensamos en que fuera una niña acostumbrada al ruido y a estar con gente”.
Al convertirse en madre Karyn cerró el taller y tienda que mantenía en Nueva Costanera en Vitacura y trasladó su lugar de trabajo a su casa. “Era muy difícil estar con Filippa en la tienda y llegar a las diez u once de la noche a la casa, no era factible llegar a esa hora a bañar a una guagua. Así que decidí trasladar el lugar de trabajo a mi casa, de esta forma estoy todo el día con ella, además está acostumbrada a estar con la gente que trabaja conmigo. Podemos estar trabajando y Filippa duerme tranquila en un cojín”, nos cuenta de la expriencia de una maternidad que no fue planeada pero que dice la tiene embobada, “no pensé que iba a ser algo tan lindo y mágico. Cada día descubro cosas nuevas y no quiero perder ningún momento con mi hija, por eso anda conmigo para todas partes y en mi taller tengo todo adaptado para que esté cómoda. Todo lo que te digan de la maternidad es poco, porque es algo indescriptible, es una amor y devoción absoluta”, comenta Karyn.
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