Una dosis de energía, pasión y adrenalina en minutos. Los “quickies” o ” rapiditos” son, tal como lo dice su nombre, la manera más veloz de tener un encuentro sexual con tu pareja y que puede pillarte en cualquier lugar.
Sin embargo, debido a la falta de tiempo, muchos creen que este tipo de experiencias sexuales pueden carecer de placer. Por eso, Alessandra Rampolla, reconocida sexóloga latinoamericana, compartió varios tips en su web, que seleccionamos a continuación para que logres convertir este tipo de encuentros sexuales, en algo placentero para ambos.
Cómo lograr esa intimidad explosiva
Anticiparse al encuentro
Alessandra aconseja “calentar el ambiente” con mensajes subidos de tono, una conversación telefónica hot o caricias furtivas cuando nadie está mirando. “La idea es que llegado el momento estén a punto caramelo”, asegura.
La ducha, un buen escenario
Es una especie de dos por uno. En este lugar además de ducharte y terminar de despertarte, puedes aprovechar el reducido espacio para un breve encuentro con tu pareja. “El agua tibia, el jabón y las caricias son muy buenos estimulantes”, dice la sexóloga.
Aprovechen los minutos al máximo
Como los “rapiditos” son encuentros íntimos muy veloces, tienes que optimizar el tiempo. Así que olvídate de las caricias románticas y saca con todo ese lado salvaje que llevas dentro. “Muérdanse, tóquense, díganse palabras subidas de tono para elevar la temperatura. No hay tiempo que perder”, aconseja Rampolla.
Usa lubricantes
Como el tiempo apremia, no podrás darte el lujo de tener una previa que te prepare y deje a punto de ebullición. Por eso, la especialista recomienda utilizar “un lubricante a base de agua para facilitar la penetración”.
No pienses sólo en el coito
“El sexo apasionado no siempre tiene que terminar en coito”, dice Alessandra. Así que no pienses sólo en la penetración y practica con tu pareja todo lo que se te ocurra para acelerar el clímax.
Prolonga la experiencia
La especialista en sexualidad recomienda extender el encuentro con simples detalles como, “una llamadita o mensajito para decirse lo bien que la pasaron y las ganas que tienen de repetirlo prolonga el placer más allá del encuentro”, aconseja Rampolla.
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