No es fácil mantener viva la llama de la pasión. Menos, cuando uno ya tiene una pareja de años y cuesta hacerse el tiempo para los regaloneos.
Más encima, tenemos siempre encima aquel consejo popular de que el sexo debe ser lo más espontáneo posible, no forzarse ni planificarse.
Pero ¿qué pasaría si te contamos que un estudio de la Universidad de Toronto asegura que sí es bueno planificar? ¡Descubre lo que investigamos!
Ordenarse es la clave
En una era donde nos falta tiempo para todo, y quisiéramos que el día tuviera más horas, tomarse un momento para tener sexo con tu pareja también se ha vuelto toda una complicación. Es que en la mañana apenas alcanzamos, en la noche tenemos sueño y durante el día estamos tan llenos de trabajo que nos cuesta darnos ánimo para pensar en un rapidito.
“El sexo es el pegamento que nos mantiene unidos, y sin él, las parejas pueden comenzar a sentirse como compañeras de cuarto o amigos, en el mejor de los casos. De hecho, cuando las parejas dejan de tener sexo, sus relaciones se vuelven vulnerables a una serie de otras amenazas, como la ira, el desapego emocional, la infidelidad e incluso el divorcio”, señalan Kristen Mark, investigadora sexual, en la web de la radioemisora estadounidense CW39.com, donde reproducen el estudio de Toronto.
Entonces, ¿cuál es la solución para las parejas ocupadas? “Como cualquier otra cosa que programes con tu pareja, creo que deberías poner el sexo en el calendario. Muchas personas arrugan las cejas en esto: Si está bien planear todo lo demás en nuestras vidas, ¿por qué el sexo debe ser espontáneo?”, interroga Amy Muise, otra de las investigadoras.
¿Cómo hacerlo?
Ana Serrano, columnista de la revista Glamour.es postula que “no se trata de fijar una fecha en el calendario o de enviarle un aviso a tu pareja diciendo ‘el día 8 a las 23.45 nos veremos en el dormitorio para mantener un encuentro’. Eso sería, sin lugar a dudas, matar la pasión”.
Entonces, ¿cómo realizar esta jugada? Para la especialista “la planificación consiste en intentar concentrarse en revivir momentos y prácticas con las que se disfrutó tiempo atrás”. Es decir, pensar en qué cosas nos hizo sentir felices y transmitírselo al otro.
“Elabora una lista y piensa cada día en aquello que te gustó más. Después, envíasela en un mensaje de texto o un mail a tu pareja, para que le quede claro qué es lo que quieres”, señala, agregando que “esta práctica es conocida como ‘sexo positivo’, ya que implica no solo revivir los mejores momentos sino también concentrarte en aquello que le gusta más al otro”.
¿Por qué funcionaría? Según postula Serrano, es una manera de salir de la rutina y la falta de tiempo, que hace que, cuando encontramos un instante para el sexo, “lo solucionemos en pocos minutos sin dejar espacio para la fantasía ni la pasión”. De hecho, varios de los que se sometieron al estudio señalaron que su relación mejoró en la primera semana.
De esta forma, planificando nos anticipamos al encuentro de manera sensual y revivimos esas ganas que alguna vez sentimos de forma más intensa, despertamos nuestra excitación y el deseo fluye de forma natural, llevándonos a tener encuentros más seguidos, y de mayor calidad, con nuestras parejas.
Y tú, ¿te animarías a planificar tus relaciones sexuales?
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