Para muchas, ver los rayos de sol es sinónimo de angustia. Es que el invierno probablemente nos hizo comer más de la cuenta y ahora es cuando empezamos a sufrir por esos kilitos demás tan molestos a la hora de empezar a ponerse poleras.
A raíz de esto, es que empezamos a googlear cuanta dieta se nos ocurre, sin pensar muchas veces en que, al seguirlas al pie de la letra, podemos dañarnos más que beneficiarnos, dejando de lado ciertos alimentos que consideramos nocivos, pero no lo son.
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Marisol Guisasola, experta en nutrición del sitio Mujerhoy.com y autora del libro “La Dieta Holística”, elaboró una lista de los productos que muchas veces pensamos que engordan, y los dejamos de lado, pero que sólo tienen mala fama, ya que sí o sí deberías incluirlos en cualquier régimen alimenticio. Acá te contamos cuáles son.
No le temas a estos productos
Pasta
Pensamos en pastas y de inmediato pensamos en masas y kilos. Es que comerse un rico plato de tallarines es una tarea casi vetada en cualquier dieta.
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Sin embargo, la experta afirma que no debes eliminarla, sino que comprarla en su versión integral. “Tu organismo convierte enseguida las harinas blancas en azúcar y pronto esos niveles caen y vuelves a tener hambre. En cambio, la pasta integral incluye la cáscara del trigo, donde está la fibra, que ralentiza la digestión y mantiene los niveles de azúcar y el apetito controlados”, indica.
¿Una idea para consumirla? “Mézclala mitad y mitad con verduras y agrégale alguna proteína. Esto te ayudará a mantenerte satisfecha por más tiempo”, asegura.
Queso
Escapamos del queso amarillo pensando que sólo nos sumará más rollitos. No obstante, la especialista asegura que asegura a nuestro cuerpo “proteína, calcio, zinc y vitaminas”, además de llenar un montón.
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Si quieres sumarlo a tu dieta, la mejor manera es cortándolo en dados pequeños y mezclado con frutas como manzana o pera o vegetales como zanahoria y apio.
Porotos
Proteína vegetal, fibra, minerales y vitaminas son parte de las cosas que te aporta un buen plato de porotos.
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Guisasola recomienda comerlos como ensalada, con cebolla y tomate, por ejemplo, o como humus, que puedes hacer fácilmente triturando una taza de porotos, junto a ajo, aceite de oliva, sal y pimienta.
Chocolate
Todo es malo en exceso. Por eso, comerse una barra de chocolate no es saludable. Sin embargo, no deberías alejarlo del todo, ya que esta clásica golosina está llena de antioxidantes.
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Eso sí, debes elegir el más oscuro que encuentres y que ojalá cuente con más de un 65% de cacao. “Incluso hay estudios que dicen que un trozo de chocolate negro al día reduce el riesgo de ictus y ataques cardíacos tanto como media hora de ejercicio”, afirma la profesional, que recomienda consumirlo rallado sobre el yogur.
Almendras
“Todo es sano en las almendras: fibra, proteína vegetal, grasas y minerales supervaliosos”, dice Marisol, agregando que “quince almendras estabilizan los niveles de azúcar y evitan los ataques de hambre con sólo 160 calorías”.
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Para comerlas, aconseja ponerlas en un bol y alternarlas con fruta. Así, te saciarán de forma más duradera.
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