Según informó La Tercera, un estudio de la Universidad de Washington situó a Chile entre los 10 países del mundo con más obesos menores de 20 años. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que existen para combatir esta enfermedad, hay quienes por problemas de salud no logran bajar de peso con dietas y ejercicios, y se ven obligados a recurrir a la cirugía como una solución definitiva.
Pero recurrir a una operación para bajar de peso y así estabilizar la salud de la persona, debe ser una decisión muy bien pensada, porque implica cambios bastante drásticos. Por esto contactamos a algunos expertos en el tema, quienes detallan a continuación todo lo que debes saber antes de tomar esta decisión.
La opinión del cirujano
El doctor de Clínicas Dorsia, Jordi Mir, explica en el sitio Nosotras.com que es necesario perder de forma drástica los kilos que impiden realizar una vida normal y que suponen un factor elevadísimo de riesgo cardiovascular. “En esos casos, cuando nuestro Índice de Masa Corporal supera con creces lo señalado como saludable es cuando tenemos que plantearnos una solución definitiva y controlada por profesionales médicos”.
¿Cómo saber cuándo el IMC es superior a lo saludable? “Este indicador se obtiene dividiendo el peso de su talla en kilos por el cuadrado de su talla en metros. Cuando la cifra resultante oscila entre 25 y 30 ya se puede diagnosticar sobrepeso en grado 1”, señala, y agrega que “a medida que el IMC aumenta, más necesidad tendrá el paciente de someterse a la cirugía bariátrica”.
Es importante que si la persona decide operarse, siempre esté controlando su peso y etapas post cirugía con los profesionales adecuados. Tal como lo asegura Jordi, “el paciente puede encontrarse con que adelgazar muy rápido puede conllevar desajustes en el metabolismo que impliquen serios riesgos para la salud”.
La opinión de la psicóloga
¿Por qué es importante acudir al psicólogo antes y después de la cirugía? La psicóloga Nathalie Isla del centro médico Ciomed, explica que “es importante que el paciente entienda que en general la mayor cantidad de personas operadas no presentan patologías después de la operación de forma inmediata, pero hay un porcentaje que si las puede presentar, por eso debe acudir donde un especialista. Nosotros le explicamos qué le puede afectar después de la cirugía”.
Relacionado a lo anterior, la profesional es enfática en señalar que hay muchas personas que vienen con una depresión latente, esto quiere decir que no se ha manifestado aún, pero que después de la cirugía se pude desarrollar porque están más tiempo en la casa, tienen más tiempo para pensar y/o se sienten más lábiles emocionalmente.
Luego de la cirugía, “el paciente va a tener una nueva identidad, es importante entender que las instrucciones que uno da dependen de la edad de la persona, y de las condiciones socio culturales de este. Por eso es importante tener apoyo”, dice Nathalie.
Al comienzo cuando el paciente se esta acostumbrando a la cantidad de comida que tiene que recibir, las personas pueden decirle que “está mas fome” o que cambió, y en ese sentido “hay que entender que la persona tiene una nueva forma de alimentación y energía a la cual se tiene que acostumbrar”.
¿Qué pasa con las comidas?
En cuanto a las porciones de alimentación, es importante entender que ya no serán las mismas de antes nunca más. Por eso, algunos días antes de la cirugía se recomienda disminuir la cantidad, tal como explica Hellen Núñez, nutricionista de Ciomed “es necesario comenzar a acostumbrarse a tener horarios para comer e ir disminuyendo las porciones de alimentos para que después de la operación esta etapa no sea algo tan difícil de llevar. Se deben evitar alimentos con cafeína, bebidas gaseosas y tratar de eliminar todo aquello que pueda ser tentación después de la operación”.
En cuanto al post operatorio, la profesional nos da algunos consejos:
-Acostumbrarse a comer en los horarios correspondientes que fueron asignados.
-Acostumbrarse a las porciones indicadas, ya que si comes más de lo recomendado puede que sufras de algunas molestias como nauseas, vómitos y dolores abdominales, entre otros.
-Al comer se recomienda no hablar para evitar ingerir aire y se produzcan gases.
-Es necesario tener calma al comer, ya que si te apresuras podrías sufrir molestias similares a las anteriores acompañadas de gases, lo cual será bastante incómodo y doloroso.
-Hay que tener en cuenta las temperaturas de las comidas, que no sean tan extremas para no sentir dolor al tragar el alimento o sentir molestia en el estómago.
¿Qué pasa con el deporte?
Es importante incorporar y mantener un hábito de deporte luego de la cirugía, para eso, la kinesióloga de Ciomed, Jubiza Pusic, nos cuenta que el paciente sometido a cirugía, debe tener un proceso de adaptación al ejercicio de manera progresiva. “Es importante realizar una evaluación previa que permita conocer, tanto sus hábitos alimenticios como nivel de actividad física, limitaciones funcionales, composición corporal y sus parámetros basales”, luego de esto se informa al paciente sobre el proceso a seguir durante el post operatorio, para generar una mayor adhesión al tratamiento.
“La mayoría de nuestros pacientes son sedentarios, sin un hábito previo de actividad física. Padecen enfermedades metabólicas, articulares, alteraciones posturales, entre otros, lo que significa que sin una supervisión pueden lesionarse, fatigarse y en casos más severos sufrir un alza de presión o des compensación”, dice Jubiza, por eso es importante seguir las instrucciones del profesional a cargo.
“Es importante para que una cirugía sea exitosa, que el paciente cambie sus hábitos de vida e incorpore una buena alimentación y actividad física regular”, dice la experta. Para lograr esto, se recomienda asistir al menos tres meses post operatorio al kinesiólogo para un entrenamiento guiado. Esto con el fin de lograr cambios significativos cardiometabolicos y de fuerza muscular. Pueden ser seis meses si el paciente es obeso mórbido o fue operado con más de 40kg/cm2 de IMC.
Mitos y verdades: Lo que no sabes sobre la grasa de tu cuerpo – Biut.cl
COMENTAR