Lo más probable es que hayas dicho: el lunes parto la dieta. Es que parece ser que siempre ponemos al primer día de la semana como plazo para dejar de lado nuestros antojos.
Sin embargo, para los expertos, ésta no sería la mejor ocasión para comenzar con un cambio de hábitos y de vida.
“Decidir empezar una dieta un día concreto de la semana es una trampa que nos puede llevar a abandonar fácilmente. Yo lo llamo ‘de perdidos al río’: como nos hemos puesto a dieta el lunes, al primer pequeño fallo que cometemos, dejamos de sacrificarnos y posponemos la dieta al próximo lunes”, señala a Vogue.es Natàlia Calvet, experta en hábitos saludables.
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Entonces, si no es un lunes, ¿cuándo deberíamos empezar? Lo primero que comentan los especialistas es que es mejor no hablar de dieta, sino de vida saludable.
“Para mí dieta no es un régimen. Una dieta es un estilo de vida que puedas sostener para siempre, así que lo ideal es hacerlo porque te apetece, con ganas, con ilusión, con alegría y entusiasmo”, indica Nuria Roura, coach de estilo de vida saludable y autora del libro “Aprende a vivir, aprende a comer”, al mismo sitio.
Algo en lo que concuerda Itziar Digón, psiconutriconista, quien además agrega que, un buen momento para este cambio, es cuando nos sentimos alegres y postivas. “La motivación es el pistoletazo de salida para cualquier cambio y va a permitir mayor adherencia a la dieta. Estaríamos hablando de un tipo de motivación de empuje”, comenta.
En tanto, Nuria agrega que “lo ideal es hacerlo cuando te sientas motivada, con muchísimas ganas, con tiempo y con ayuda para no hacerlo sola”, además de tener en cuenta que, cualquier transformación nutricional, requiere de esfuerzo y tiempo.
“No vale la pena empezar el cambio si no tenemos tiempo o no estamos dispuestos a invertir al principio más energía y foco en el nuevo estilo de vida ya que todos los cambios requieren dedicación, paciencia y motivación”, asegura la misma experta a Vogue.es.
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La pena también ayuda
Pero así como los expertos hablan de que un buen momento para comenzar es cuando te sientas más feliz, también consideran como un empujoncito aquellos minutos en los que no estamos tan bien emocionalmente.
“Esto es lo que se conoce como motivación de rechazo, no querer volver a un momento similar”, dice Itziar Digón.
Junto con esto Natàlia Calvet afirma que, sea cual sea la dieta que empecemos, deberíamos practicarla bajo la premisa del Mindful Eating, es decir, “empezar a comer más despacio y detectar sensaciones de hambre u otros estímulos que te llevan a comer”. Esto permitirá que tu “dieta” se transforme finalmente en una alimentación saludable.
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