Gluteos, abdomen, piernas y brazos, son los músculos que siempre buscamos fortalecer a la hora de hacer ejercicios. Sin embargo existe un conjundo de músculos, no menos importante, que siempre quedan en el olvido.
Hablamos del suelo pélvico, “un conjunto de músculos que se extienden desde la parte delantera de la pelvis hasta el cóccix, en la espalda. Sostienen la vejiga, el intestino y el útero dentro de la pelvis”, explica la doctora Elvira Ródenas, especialista en medicina estética y del envejecimiento.
Este grupo muscular impide las pérdidas de orina, genera mayor placer sexual, favorece el buen tránsito intestinal e, incluso, combate la aparición del estreñimiento.
“Las funciones del suelo pélvico son vitales para la salud y el bienestar de la mujer, ya que los órganos internos se apoyan sobre él. Un suelo pélvico fuerte y tonificado es primordial para el control del esfínter urinario y anal. Asimismo, juegan un papel fundamental durante el embarazo, ayudando a soportar el peso extra del bebé. Además, el suelo pélvico es el que ayuda a empujarlo a través de la vagina durante el parto”, asegura el comité de expertos ginecólogos de Intimina, compañía dedicada a cuidar los aspectos de la salud íntima femenina.
Las personas que más sufren de esto son las mujeres mayores de 50 años, con menopausia, a pesar de que una encuesta realizada arrojó que de un total de 500 mujeres, entre los 18 y los 50 años, el 46% aceptó tener inconvenientes de este tipo, sobretodo después de los 30. “A partir de esta edad muchas mujeres se quedan embarazadas. Durante la gestación, el suelo pélvico se debilita tanto por los cambios hormonales como por el peso del bebé. Asimismo, durante el parto, el suelo pélvico es el que tiene que “estirarse” para permitir la salida del bebé a través del canal vaginal, lo que genera que después del parto pueda verse resentido”, afirman los expertos de Intimina.
¿Cómo fortalecer el suelo pélvico?
Muchas personas creen que realizando cualquier deporte fortalecerán el suelo pélvico. Sin embargo, no todos los ejercicios garantizan que este conjunto de músculos no se vea afectado. Así lo afirmó la doctora Adriana Ribé, médico estético especialista en terapias antiaging: “Los deportes de impacto, como el atletismo, el salto, el baloncesto, el pádel o el popular running, pueden fomentar las pérdidas de orina, por lo que se recomienda realizar otro tipo de ejercicios menos agresivos, como la elíptica, la natación, pilates o el yoga son más recomendables ya que trabajan los músculos de forma global”.
Un suelo pélvico fuerte y musculado, “además de prevenir la incontinencia urinaria y fecal; mejora las alteraciones estructurales de los órganos pélvicos, como los prolapsos; facilita el embarazo y el parto; la recuperación de la musculatura tras dar a luz; y mejora la calidad de las sensaciones durante las relaciones íntimas”, asegura el comité de ginecólogos expertos de Intimina.
Esta es la razón por la que un 47% de las mujeres afirma haber empezado a practicar estos ejercicios para mejorar su salud y placer sexual. “Los músculos que se fortalecen al hacer los ejercicios son los “PC” (pubocoxígeos), y son los que se contraen durante el orgasmo. Las contracciones producidas durante el orgasmo son involuntarias, pero, sin embargo, cuanto más tonificado estén estos músculos, se conseguirán unas contracciones más intensas”, afirman los expertos de la firma.
Es por esto que los expertos recomiendan enfrenarse al problema antes de padecerlo. De la misma manera en que trabajamos los músculos más visibles, es fundamental entrenar el suelo pélvico desde jovencitas. Si no sabes cómo, acá te mencionamos tres pasos claves para mejorarlo.
Tres claves para entrenar el suelo pélvico
1. Mantener relaciones sexuales
Estas “potencian la vascularización en la zona genital favoreciendo la hidratación y elasticidad de la mucosa, manteniendo la vagina joven, además de aumentar la autoestima y generar endorfinas que generan bienestar físico y emocional”, concreta la ginecóloga Paula Mato López-Otero, directora de la Unidad de Ginecología estética de las Clínicas Maro Ansoren.
2. Practicar la bioretoalimentación
Esta es una técnica que mide la fuerza del suelo pélvico y muestra cómo utilizar la musculatura de manera correcta con artilugios inteligentes de uso doméstico.
3. Practicar “poledance”
Este baile “es eficaz para endurecer y remodelar todo el cuerpo, sexy, adaptable a todas las edades, fomenta la autoestima corporal y no hace falta saber bailar para iniciarse”, comenta Valentina Garibay, instructora de esta técnica.
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