Adelante, pase, tenga la bondad

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Hace unos días un gentil varón con su vehículo me cedió el paso junto a otras personas, y se tomó el tiempo de esperar que todos cruzáramos con entera seguridad y calma, como si fuera poco nos hizo una gentil señal con su mano otorgándonos el paso.

Lamentablemente esta divina escena de antaño fue rápidamente opacada con los bocinazos y griteríos obscenos, groseros e inapropiados de los vehículos que le sucedían a sus espaldas.

¿¿¿Qué nos pasa como sociedad???
Qué tan difícil es aceptar la caballerosidad de otros como un paso a nuevos tiempos, aquellos que se perdieron.

Hay un film que describe muy bien este concepto de caballerosidad y buenas costumbres, este film se llama “Déjate llevar”. Está  protagonizado por el guapísimo Antonio Banderas, y trata de un hombre que por casualidad se cruza en su camino con un chico de los barrios bajos de NY, y que asiste a una escuela  marginada y estigmatizada por la delincuencia, drogas, muerte y mala vida.

Banderas es maestro de danza clásica de salón, de una escuela del barrio alto, y se propone gratuitamente darle clases a estos chicos que solo viven al son del rap, hip hop y tendencias de su clase y edad.

Al recorrer la trama los chicos no solo descubren que a través de bailes de salón aprenden a seducir, si no que aprenden el respeto y caballerosidad. Es una película absolutamente recomendable.

El punto es: Que aunque sea un films hoollibudense, lo que nos quiere decir, que no importa la clase, ni la edad, ni la tendencia. Ser caballeros no es un don, es un atributo que si no se tiene, se adquiere y nos permite hacer la diferencia en esta sociedad que vive apresurada, al 100 por hora, y que muchas veces no se da cuenta que pasa  por encima de la cada vez más perdida “buena costumbre”.

Los hombres se defienden, que son tiempos de igualdad, que las mujeres podemos abrir sola la puerta del auto o que es lo mismo pasar delante o detrás de ellos, dar el asiento, hablar con respeto frente a una dama y quien sabe cuántas cosas ya no son tan importantes y no hacen ninguna diferencia. Tal vez las mujeres tenemos algo de culpa por masculinizarnos tanto con el paso del tiempo o peor aun sentir fragilidad frente a estos actos nos hace no hacer la diferencia.

Si viste esa película, sabes de lo que estoy hablando, si no la viste, también me entiendes. Es cuestión de sentido común.

Creo que ser Ladys and Gentlemen, no es cuestión del pasado. Sigue siendo de nuestro tiempo, podemos seguir siendo fuertes y decididas pero finas a la vez. Y los chicos no serán débiles, mamones, o torpes si usan un poco de delicadeza y buena costumbre de vez en cuando.

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