Argentina: crean un dulce “sano” a base de sandía

Por BBC Mundo

Ahora, esos beneficios podrán ser disfrutados a lo largo de todo el año gracias a la invención de investigadores argentinos que lograron crear una golosina a base del fruto. La responsable del proyecto, María del Pilar Buera, trabaja en el Laboratorio de Propiedades Fisicoquímicas y Conservación de Biomoléculas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

La sandía tiene propiedades beneficiosas para la salud.

Buera y su equipo se dedican a hallar la forma de preservar moléculas de alimentos que son beneficiosos para la salud y su interés en la sandía surgió por su original color.

Un dulce sano

Agregando aditivos naturales derivados del almidón a la fruta deshidratada, lograron crear un bocado crocante que –aseguran- es ideal para ser consumido como un dulce.

“Estábamos tratando de crear colorantes naturales estabilizados, ya que los que se usan en el mercado son sintéticos”, explicó la experta a BBC Mundo.

Gracias a ese trabajo, se dieron cuenta de que el pigmento de la sandía tiene características antioxidantes, ya que contiene un carotenoide llamado licopeno que ayuda a prevenir algunas formas de cáncer y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por eso, decidieron buscar la forma de conservar esas propiedades en algún producto nutritivo que no se descomponga en poco tiempo.

Mismas ventajas, otro sabor

Pero, ¿tiene gracia comer una sandía sin su jugo?

Buera admite que el producto que crearon no tiene “el aroma y el sabor” del fruto, aunque sí tiene “gusto frutal”.

No obstante, la científica destacó la importancia de consumir alimentos naturales que conserven todas las propiedades del producto original.

“Es una manera de poder obtener los beneficios de una fruta que es de estación, todo el año”, señaló, explicando que la sandía deshidratada dura entre seis meses y un año.

Contra la obesidad

Según los expertos, la creación de este tipo de dulces, que tienen componentes naturales y hacen bien a la salud, son vitales en la lucha contra la nueva pandemia del siglo XXI: la obesidad.

En ese sentido, en algunos países desarrollados, como los europeos, ya es común fomentar el consumo de frutas y verduras entre los niños, en reemplazo de los caramelos, los chocolates, las galletas dulces y otros refrigerados.

“Cada vez más la ciencia y la tecnología trabajan para preservar los alimentos naturales y reemplazar los sintéticos y los químicos”, María del Pilar Buera, Universidad de Buenos Aires.

Y los científicos quieren aportar su grano de arena.

“Cada vez más la ciencia y la tecnología trabajan para preservar los alimentos naturales y reemplazar los sintéticos y los químicos”, afirmó Buera.

La experta, junto con la investigadora de la Universidad Nacional de Luján, Alicia Gallo -quien escribió la tesis sobre la que se basaron estos hallazgos- recibieron llamados de productores de alimentos interesados en llevar las nuevas golosinas al mercado.

En tanto, las científicas ya están abocadas a su nuevo proyecto: crear golosinas naturales a base de otros vegetales.

Habrá que esperar un tiempo para saber si en el futuro tendremos golosinas de zanahoria o remolacha, las verduras que ahora acaparan la atención de las expertas.

<!–
var _rsCI=”bbc”;

var _rsCG=”0″;

var _rsDN=”//secure-uk.imrworldwide.com/”;
// –>

<div><img src=”//secure-uk.imrworldwide.com/cgi-bin/m?ci=bbc&amp;cg=0&amp;cc=1″ mce_src=”http://secure-uk.imrworldwide.com/cgi-bin/m?ci=bbc&amp;cg=0&amp;cc=1″ alt=””/></div>

TAGS:
ANUNCIOS

COMENTAR

Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio sin el expreso consentimiento del Grupo Copesa.
Grupo Copesa