Originaria de Europa, la avena es un cereal que poco a poco comenzó a usarse para los humanos por sus excelentes propiedades nutricionales. Según Gabriela Sarrat, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, este alimento posee un gran aporte proteico, mayor que otros cereales, y con un buen contenido de aminoácidos esenciales, lo que le confiere una alta calidad como nutriente.
La avena, además, tiene un bajo contenido de grasas, aportando la mayoría de éstas como monoinsaturadas o poliinsaturadas. “Los hidratos de carbono de la avena son complejos, se absorben lentamente en el intestino, lo que lleva a elevar muy gradualmente la glicemia y producen una sensación de saciedad por largo tiempo”, explica la nutricionista. A esto se suman un buen aporte de vitaminas del complejo B y minerales como calcio, fósforo y fierro.
Pero sin duda una de las propiedades que en el último tiempo se ha valorado de este producto es su alto contenido de fibra, tanto soluble como insoluble. Esta ayuda a mejorar el tránsito intestinal y a reducir los niveles de colesterol por la presencia de betaglucanos que absorben el colesterol y ácidos biliares del intestino ayudando a eliminarlos de forma natural. Además la fibra tiene un efecto protector sobre el aparato digestivo contra ciertos tipos de cáncer.
Galletas de Avena
Siempre la idea es variar en las preparaciones de nuestros alimentos, por lo cual la avena no sólo se puede consumir con leche en el desayuno, sino que también se pueden preparar galletas. Gabriela Sarrat sugiere la siguiente receta:
- 1 ¼ taza Avena
- 1 taza Harina Integral
- ½ taza Azúcar rubia
- 1 cucharada Polvos de hornear
- ¼ taza Leche
- 2 cucharadas Esencia de Vainilla
- ½ taza Aceite
- Ralladura de Naranja
- 1 Huevo batido
Mezclar los ingredientes secos e ir integrando lentamente los líquidos hasta lograr una mezcla homogénea y suave.
Formar las galletas y ponerlas en lata de horno en mantequillada. Hornear a temperatura media (180º) por alrededor de 15 minutos.
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