Carola Mejías (39) llegaba a tomar seis analgésicos para tratar de amilanar sus dolores de cabeza. Y nada. Pasaba el malestar un rato y aparecía otra vez. Entonces, se encerraba en su pieza, cerraba las cortinas y se acostaba. Apenas podía trabajar, ni hablar de ayudar a sus hijas con las tareas y su vida social estaba reducida al mínimo. “Era un poco cruel conmigo misma porque trataba de hacer una vida normal y simplemente no podía”, cuenta. La visita más frecuente que recibía en su casa era la ambulancia de Help.
Esta técnica se aplica en los músculos que rodean la cabeza para relajarlos e impedir que se propague la sensación de dolor.
Uno de los doctores de ese servicio que se repitió las visitas a Carola le recomendó visitar al neurólogo Nelson Barrientos, quien el 2003 publicó su primer trabajo sobre el efecto de la toxina botulínica o bótox en la cefalea en una revista científica y por años había trabajado con este procedimiento. Primero le trató la adición a los analgésicos. Más tarde, una sesión anual de unas 17 inyecciones en distintas zonas en la cabeza y en el cuello le devolvió la calidad de vida. “Me redujo la frecuencia y la intensidad de los dolores. Nunca más he tenido que tomar un medicamento fuerte, tal vez he tomado un paracetamol de vez en cuando. Me duele la cabeza, pero como el normal de las personas”, cuenta, luego de tres años de tratamiento.
Más que un dolor
Estudios muestran que en un año, el 80% de la población sufre algún tipo de cefalea. Pero las migrañas no representan sólo una gran molestia: investigaciones demuestran que el 58,1% de los pacientes que las sufren tiene una reducción en la productividad en su trabajo diario. Y el bótox es ahora una alternativa. En octubre pasado, la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, en su sigla en inglés) dio el visto bueno a la toxina botulínica para este uso. Y este año, el Instituto de Salud Pública de Chile autorizó el producto Bótox como tratamiento en el país. “Hay mucha gente afectada que no tiene idea de que existe esta alternativa”, explica Barrientos, director de la Unidad de Tratamientos de Cefaleas de Integramédica. ¿Qué hace el bótox? Insensibiliza las conexiones nerviosas musculares, evitando que se propague el dolor por la cabeza.
Barrientos explica que este tratamiento tiene una efectividad del 80% y, además, no tiene efectos secundarios. El especialista complementa que estudios realizados en Inglaterra comprobaron la pérdida económica que dejaba utilizar medicamentos comunes contra la cefalea, por sus efectos secundarios. “Tú te aplicas este tratamiento con bótox y te puedes ir de inmediato a trabajar”, explica sobre las dudas por lo invasivo del procedimiento.
¿Quiénes pueden acceder al tratamiento? Las personas que presentan migraña crónica, esto es, más de 15 días en un mes por cuatro horas al día, lo que corresponde al 3% de quienes presentan dolores de cabeza frecuentes. En caso de cefaleas episódicas, también podrían recibir el tratamiento, pero Barrientos, también jefe del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Dipreca, explica que la efectividad comprobada por la FDA apunta sólo a migraña crónica.
En Chile, este tratamiento es incipiente. Por lo mismo, por estos días se dará un paso adelante cuando Maurice Borges Vincent, neurólogo brasileño y profesor adjunto de la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de Río de Janeiro, llegue al país, a fines de este mes, a realizar una presentación y capacitación del uso de bótox en migraña a especialistas chilenos.
CIFRAS
- 80% de la población sufre algún tipo de cefalea.
- 58% de quienes sufren migraña ve reducida su productividad laboral.
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