Suavizar las arrugas y devolver el volumen facial perdido con el tiempo son hoy tendencia a nivel mundial en materia de rejuvenecimiento facial. Lograr un rostro más fresco y juvenil sin tener que pasar por pabellón es lo que persiguen tanto hombres como mujeres, quienes cada vez más se inclinan por procedimientos no quirúrgicos, más sencillos, más seguros y no invasivos. El objetivo principal es que los cambios parezcan naturales y pasen casi inadvertidos por las demás personas.
Esta tendencia quedó demostrada con las últimas cifras entregadas por la firma estadounidense Harris Interactive, quien -con el objetivo de explorar las actitudes y perfiles de las mujeres en relación a los tratamientos de belleza y rejuvenecimiento existentes en el mercado-, realizó una encuesta sobre medicina estética con productos inyectables, el que arrojó interesantes cifras que señalan cómo las mujeres tienen una postura cada vez más favorable frente a este tipo de procedimientos.
De igual modo, el sondeo reveló que el uso de la toxina botulínica tipo A, Botox®, es el tratamiento no invasivo de preferencia entre las mujeres. Prueba de ello, es que tan sólo en Estados Unidos se han realizado más de 11 millones de procedimientos de este tipo, y el 90% de las usuarias de BOTOX® recomendarían su uso a una amiga.
¿Cómo son las usarias del botox?
Un punto interesante que arrojó esta encuesta, es que el perfil de las usuarias de botox (toxina botulínica tipo A) ha cambiado en los últimos 10 años. Hoy, las mujeres que utilizan este producto se encuentran en el rango de los 40 años de edad, y trabajan. El 64% de ellas son profesionales o han cursado estudios de posgrado; y el 74%, trabaja medio tiempo o tiempo completo.
Al respecto, el Dr. Claudio Thomas, Cirujano Plástico de Clínica Sara Moncada, señala que “en Chile el aumento de la demanda por tratamientos de medicina cosmética ha sido similar al de países desarrollados en los últimos años, siendo botox el más solicitado. Respecto al perfil del paciente concuerda con lo descrito. La demanda de botox por parte de los hombres también aumentó en los últimos años”.
Otra cifra destacable del estudio, tiene relación con las motivaciones que dan las mujeres a la hora de consultar con un especialista de rejuvenecimiento facial. Al respecto, un 57% de ellas señala que acude al médico para mejorar su apariencia personal; un 45%, para obtener buenos resultados sin necesidad de someterse a cirugías invasivas; mientras que un 35%, porque considera que las cremas y lociones son ineficaces para el tratamiento de sus arrugas, líneas y pliegues.
La investigación realizada muestra, también, que el 65% de las mujeres mayores de 18 años en Estados Unidos tiene una rutina de belleza regular, y que el 84% de ese mismo rango de edad, piensa que el sustento científico detrás del producto que se utilizará, es un aspecto importante.
Por otra parte, la encuesta también identificó que las mujeres tienen preguntas muy similares a la hora de realizar un procedimiento cosmético con botox. Las más frecuentes están relacionadas con su seguridad, costo, duración y pérdida de expresión facial.
Sobre el botox
“El tratamiento de las arrugas de expresión (las llamadas dinámicas) con toxina botulínica tipo A (Botox®) es muy seguro y de gran efectividad, teniendo un índice mínimo de complicaciones y todas estas son transitorias. La duración es variable según cada paciente, en general el efecto de la toxina dura entre cuatro a seis meses y puede repetirse el tratamiento cuantas veces sea necesario, toda vez que se cumpla un intervalo mínimo de tres meses. Con respecto al costo es bueno cotizar ya que hay diferentes ofertas, lo importante es que se compare el numero de unidades que se van a administrar de la misma toxina, ya que hay algunas que no son botox” asevera el cirujano de Clínica Sara Moncada.
Los efectos del producto son visibles entre las 48 y 72 horas posteriores al tratamiento, pudiendo variar entre cada paciente. Los efectos máximos se alcanzan en aproximadamente 1 a 2 semanas, mientras que el efecto total dura un promedio 4 a 6 meses, dependiendo del metabolismo de cada persona, la técnica de aplicación y la dosis utilizada. La pérdida del efecto de botox es gradual, lo que significa que el músculo vuelve a contraerse lentamente.
En el mercado de los procedimientos estéticos no quirúrgicos existe también un tratamiento exclusivo de Allergan que trata el rostro de forma integral, actuando simultáneamente en las múltiples señales del envejecimiento, proporcionando una apariencia más natural, duradera y altamente satisfactoria. Se trata de Soft Lift® el que combina los dos métodos consagrados y líderes en rejuvenecimiento facial: Botox® (toxina botulínica tipo A) y Juvéderm® (relleno de ácido hialurónico), aplicados en uno sólo procedimiento.
De acuerdo con el especialista, Dr. Claudio Thomas, esta información es similar a lo que ocurre en Chile. “Sin duda botox y acido hialurónico son los medicamentos más utilizados en medicina cosmética actualmente, no sólo como tratamiento aislado, sino que también como complemento y mantención posterior a cirugías de rejuvenecimiento facial”.
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