Costanera Center tendrá escultura de ocho metros de alto en su fachada

“Iba manejando por una autopista, cuando me topé con el enlace a otra carretera urbana. Esas formas sinuosas y curvas del cemento, monumentales, fueron las que marcaron el camino que debía seguir”, dice María Angélica Echavarri, la artista visual que ayer ganó el concurso para instalar una gran escultura en la fachada de la torre Costanera Center, la más alta de Sudamérica.

Echavarri -quien también diseñó el memorial de Jaime Guzmán, ubicado en Av. Vitacura- compitió con otros 33 artistas en el denominado Concurso Escultórico Costanera Center, cuya convocatoria se realizó el 11 y 12 de noviembre. “Siempre pensé en algo abstracto y abierto. Vi la autopista y dije: esas curvas quiero. Pero mi inspiración principal fue la osadía y la monumentalidad de un proyecto tan grande como Costanera Center”, explica.

Arte y emprendimiento

Durante un mes, Echavarri trabajó en una maqueta realizada a una escala 10 veces menor que la escultura original que se instalará, frente a Av. Andrés Bello, el 15 de marzo de 2012. “Está fabricada en acero inoxidable y mide 8 metros de alto, por 14 metros de ancho y 5 metros de profundidad. La idea es que la gente pueda caminar bajo ella, sentarse e interactuar con la obra”, cuenta.

Durante una ceremonia que se realizó ayer en el Portal La Dehesa y en la que se expusieron todos los trabajos que participaron del certamen, se entregó el nombre de la ganadora, quien fue elegida a través de una votación secreta.

El jurado estuvo integrado por nueve personas: César Pelli, arquitecto de la torre del Costanera Center; el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke; Horst Paulmann, presidente de Cencosud; Gema Swinburn, crítica de arte; el alcalde de Providencia, Cristián Labbé; Gustavo Pino, arquitecto de Cencosud; Olaf Hantel, ejecutivo del holding, y los arquitectos Ernesto Barreda e Yves Besançon, directores del concurso.

Besançon explica que hasta último minuto no se sabía quién era el artista vencedor, ya que las obras eran anónimas. Además, cuenta que hubo pocas exigencias para los artistas al momento de diseñar sus propuestas. “La única condición era que el tema fuera un homenaje al emprendimiento y que los concursantes hubieran realizado antes al menos una escultura de carácter monumental”, dice.

Como requisito técnico, se les pidió a los escultores que la estructura no midiera menos de 6 metros de alto, pero que tampoco superara los 13 metros.

Según Besançon, el jurado valoró la forma horizontal de la pieza diseñada por Echavarri. “Dada la verticalidad de la gran torre, el eje horizontal de la obra permite que se destaque contra el gran edificio de cristal”.

En acero inoxidable

También, tomaron en cuenta la poca mantención que requiere esta escultura. “Tiene formas simples y sin figuras muy intrincadas”, agrega Besançon, “lo que, sumado a la resistencia del acero, la hacen durable y fácil de limpiar”.

Como premio, María Angélica Echavarri obtuvo $ 20 millones, además de otros $ 40 millones para financiar la ejecución de la escultura. “Se realizará en una maestranza, donde se soldarán las láminas de acero inoxidable y se les dará forma”, cuenta la artista, quien adelanta que la estructura irá instalada directamente contra el suelo, sin una base que la sostenga.

Además, hubo otros ocho proyectos que también fueron seleccionados, entre los que figuran, entre otros, nombres como Fernando Undurraga, Marcela Romagnoli y David Cofré. Cada uno de esos artistas recibió $ 500.000 de premio. “Esas ocho maquetas también se van a exponer en el atrio de 40 metros de alto ubicado en el primer piso, donde está el acceso a la gran torre y al centro comercial”, finaliza Besançon.