Para muchos, el mes de marzo resulta ser agobiante y no sólo por los factores económicos, sino que también por el hecho de volver a adaptarse al trabajo o a los estudios luego del descanso estival, lo que puede derivar en la llamada depresión post-vacacional.
La doctora Gema Cabrera, médico psiquiatra experta en medicinas originarias, explica que esta depresión se debe a la pérdida del estado de bienestar que generan las vacaciones. “Durante esta época, las personas se divierten y socializan a su agrado y se suele tener una mayor conexión con uno mismo, la familia, el entorno y la parte lúdica. Terminado este tiempo de ocio, nos enfrentamos rápidamente a un alto grado de estrés, de volver a la rutina laboral y hogareña”, explica.
Según la especialista, esta situación se da en parte debido a que en la actualidad estamos inmersos en una cultura “exitista, basada en lo desechable, donde se valora la eficacia en tiempo presente”.
La depresión post-vacacional resulta más habitual en mujeres que en hombres, lo que se explica por temas de sensibilidad a nivel biológico, pero también por las exigencias sociales y al rol que este género tiene hoy a nivel cultural.
Los síntomas
“Actualmente, gran parte de las mujeres absorben una cantidad de roles impresionante: proveedoras, educadoras, madres, trabajadoras, cocineras, etcétera. Estamos hablando de una media que es muy corriente, que llegan con el agobio de haber estado un día sometidas a una serie de exigencias”, señala la psiquiatra.
La doctora Cabrera sostiene que los principales síntomas tienen que ver con cansancio constante, pérdida de la energía vital, tristeza y frustración. “Esto por la reinserción a un modelo que no genera gratificaciones a largo plazo, sino que algunas instantáneas, de corta duración. Luego viene nuevamente la insatisfacción, que se expresa en labilidad emocional, irritabilidad, pérdida del control y, fundamentalmente, en alteraciones del sueño y ganas de comer”.
En relación a este último punto, una mayor ingesta calórica -ya sea por aumento en las porciones de alimentos o consumo a deshoras- está asociada con depresión, ansiedad y estrés, ya que -según explica la doctora Cabrera- estos trastornos provocan que las personas consuman nutrientes que les permitan hacer funcionar los neurotransmisores que están más agotados en el cerebro. “Se buscan comidas que sean energía de rápido consumo, como los hidratos de carbono y grasas, entre otros, que se transforman en glucosa azúcar que el cerebro pueda utilizar de manera inmediata”, lo que finalmente lleva a un aumento de peso.
Un producto natural para levantar el ánimo y reducir kilos
En materia de adelgazantes 100% naturales, nos encontramos con Satief. Este producto asegura atacar la grasa y reducir la hinchazón, además de ayudar a superar las alteraciones psicológicas que llevan a un incremento en el consumo de alimentos y calorías.
La bioquímica de Nutrapharm, Sandra Farré, explica que los principales compuestos de Satief son una especie única de ginseng milenario que crece en India, Pakistán y Sri Lanka, utilizada hace miles de años en la medicina ayurvédica para tratar los trastornos del ánimo y la ansiedad; un concentrado de frutos cítricos que estimulan la termogénesis, acelerando el metabolismo de quema de grasas acumuladas; probióticos que regulan el tránsito intestinal; y la fruta africana Irvingia Gabonesis, que ayuda a regular a nivel de genética el problema de la obesidad.
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