Su nombre es, desde hace años, sinónimo de estética y rejuvenecimiento. Y él lo sabe. El Dr. Howard Murad ha creado 17 patentes dermatológicas, ha atendido a decenas de miles de pacientes y sus libros se venden como pan caliente. Si Uma Thurman, Hillary Swank y Scarlett Johansson confían en él, vale la pena conocer sus opiniones y tomar en cuenta sus sugerencias.
¿Cuál es la principal preocupación de las mujeres que lo consultan?
A excepción del acné, que por lo general se resuelve en el tiempo, lo que veo son mujeres ‘pre’ ocupadas. Es decir, que tienen la intención de ocuparse con tiempo de los problemas de su piel. Siempre digo que una mujer en sus veinte años comienza a preocuparse de aquello mismo que se ocupará a los 30… ¡sólo que a esa edad tendrá algunas sorpresas extras! Lo que más me ha tocado ver son mujeres que se ‘sobre’ ocupan: se exfolian demasiado o usan productos que no son formulados para su tipo de piel. Usted suele afirmar que uno de los pilares de una buena piel es una buena alimentación.
¿Por qué esta relación es tan estrecha?
Las sociedades modernas viven sobre una dieta que está basada en la comida rápida, que proporciona poca (o ninguna) sustancia alimenticia. Y cuando las personas se miran al espejo no se dan cuenta de que las señales de esa mala alimentación se manifiestan en la piel. Atribuyen las ojeras a la fatiga, pero no las asumen como un resultado de las carencias alimentarias que privan al cuerpo de su capacidad natural de prevenir la deshidratación celular. Comiendo más granos enteros, grasas sanas, frutas y verduras crudas, el cuerpo recibe todo lo necesario para crear células fuertes y llenas de agua, que son la base fundamental de la vida saludable y, en definitiva, de una buena piel.
¿Cuáles son para usted las bases de una buena piel?
Después de años de trabajar con mis pacientes, he encontrado que una tez sana y joven es el resultado de un bienestar integral. La práctica de lo que yo llamo Salud Global proporciona al cuerpo la oportunidad de lograr el rejuvenecimiento a nivel celular, y esto se logra optimizando los entornos internos, externos y emocionales, porque así el cuerpo y el espíritu tienen la mejor oportunidad de prosperar. Yo recomiendo un bienestar basado en tres pilares: la correcta nutrición (dieta y suplementos), el cuidado tópico (cremas específicas) y el emocional (aquellas cosas que generen placer y reduzcan la tensión, como por ejemplo el ejercicio suave).
¿Cuáles son los principales mitos en materia de cosmética?
Un mito común es que no se puede retrasar el proceso de envejecimiento. ¡Falso! Mi nuevo libro, The Water Secret, demuestra justamente que lo que determina la juventud y la buena salud es la capacidad de la membrana celular de retener el agua. Y esto se logra únicamente cuando se conjugan el cuidado interno, tópico y emocional .
¿Podría explicar en qué consiste ese secreto del agua?
Durante mis años de investigación he descubierto, y he probado en miles de pacientes, que usted puede construir un ‘nuevo usted’ con las células más jóvenes y más sanas. Pero para hidratar las células no hay que tomar los famosos 8 vasos de agua al día, porque eso es similar a intentar llenar con monedas un bolsillo que está roto. Lo ideal, en cambio, es consumir alimentos que contengan agua (frutas sobre todo). Para lograr una buena piel comer agua es mejor que beberla.
Miles de mujeres en todo el mundo han comprado su libro para terminar con la celulitis. Y mi pregunta, obvia, es: ¿Existe la vida sin celulitis?
Lamentablemente, una vez que usted tiene la celulitis no puede deshacerse de ella. Sin embargo, sí se puede tratar la celulitis para disminuir el aspecto. Para repararla e impedir que avance tenemos que construir células fuertes y bien hidratadas. Recomiendo comer nutrientes que reparen y fortalezcan las células y los tejidos, permitiéndoles absorber el agua y luchar contra los radicales libres, y complementar con cremas.
¿Qué les diría a las mujeres que creen que la única solución para una buena piel es la cirugía estética?
Siempre digo que existen tres edades: la genética, la hormonal y la ambiental. Cada una de estas edades crea necesidades que deben ser atendidas con productos y tratamientos específicos. Y, en cualquier caso, hay que regalarse alguna sesión de spa para relajarse y un buen tratamiento facial que ayude y estimule la renovación celular.
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