Los vecinos que viven en los condominios de la zona norte de Huechuraba tienen una sola vía de salida hacia el sector oriente, la Av. Pedro Fontova. Como consecuencia de la gran cantidad de nuevos proyectos de casas que se han construido en el sector, en el último año esta vía de salida hacia Américo Vespucio comenzó a colapsar en las horas peak, sobre todo entre las 7.30 y las 9.00 de la mañana. El problema se agudizó en octubre, cuando se registraron tacos de hasta 50 minutos.
Una de las principales causas de la congestión es un cuello de botella que se genera en la curva que está 300 metros antes de llegar a Américo Vespucio. En ese tramo, las cuatros pistas de Pedro Fontova se transforman en sólo dos, una por sentido.
Además, en la curva está la intersección con la calle Santa Elena, por donde salen los vehículos que vienen desde los condominios de la zona de Santa Marta de Huechuraba. En ese cruce no hay semáforos, por eso los autos que doblan ahí aplican la ley del más fuerte. “Eso genera un gran congestión que llega hasta arriba”, asegura el arquitecto Gonzalo Ramírez, uno de los residentes del sector.
Temporada de tacos
Sin embargo, el municipio de Huechuraba está trabajando en la primera medida para enfrentar los tacos en Pedro Fontova. Se trata de las obras viales que eliminarán la curva y que aumentarán las pistas en este tramo de dos a cinco, dos de entrada y tres de salida. Estas pistas nuevas servirán también para virar hacia Santa Elena.
Aunque en la municipalidad no han hecho cálculos exactos de cuánto se reducirían los tacos en esta avenida, estiman que podrían acortarse en alrededor de 30 minutos. “Eso dependerá de los resultados que arrojen los estudios de ingeniería y tránsito. Pero estas obras de mitigación tendrán un gran impacto en nuestros vecinos, disminuyendo los tiempos de recorrido de forma considerable”, asegura el alcalde Eduardo Flores.
Hoy, el proyecto se encuentra aprobado por la Dirección de Obras y en enero se realizará la licitación de los estudios de ingeniería. Las obras comenzarán a ejecutarse en junio del próximo año y durarán dos meses. Mientras se realicen, el tráfico de la avenida volverá a complicarse, ya que quedará habilitada sólo una pista, que será bidireccional, mientras en la otra se ejecutarán los trabajos.
De todos modos, en el municipio esperan hacer coincidir los trabajos con las vacaciones de invierno, de manera de minimizar su impacto. “Lo más probable es que, además, deban realizarse algunos desvíos”, agrega el alcalde.
En estos días, el término de las clases en los colegios ha dado un respiro a los tacos en Pedro Fontova. Brunilda Morales, del departamento de Ingeniería de la municipalidad, explica que desde hace dos semanas disminuyó el tráfico vehicular en las mañanas.
Lo ratifica Gonzalo Ramírez: “Los tacos bajaron sustancialmente, pero igual sigue siendo una lata que para ir a trabajar en las mañanas un tramo de tres kilómetros tome 20 minutos. De todos modos, estamos conscientes de que en marzo los tacos gigantes van a volver”.
El municipio también está estudiando las medidas de largo plazo para terminar con la congestión en este sector. Ya está en marcha una comisión especial para solucionar esta problemática, la que integran expertos de sus distintos departamentos y también representantes de los vecinos. Han realizado dos reuniones para analizar las medidas de corto y largo plazo, como la vía que se convertiría en la alternativa de Pedro Fontova.
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