Disfrutan de la vida, están satisfechos con ella, se sienten queridos por sus padres y felices en casa, y aseguran que el clima escolar que viven en sus colegios es bueno. Así son los adolescentes chilenos según la Primera Encuesta Nacional de Calidad de Vida Adolescente -la única de su tipo en el país y Latinoamérica-, realizada en 7.910 escolares de 5º básico a 4° medio en 99 colegios del país.
El estudio analiza 10 dimensiones, donde lejos de lo que se piensa, el bullying no es la principal fuente de problemas para los adolescentes (afecta a un 4%), sino su disconformidad con cómo se sienten y con su aspecto físico. Aunque el fenómeno es bajo y afecta a ambos sexos por igual, ellas lideran las cifras negativas, así como aquellos que estudian en colegios municipales y subvencionados.
Ellas se sienten más solas
En la era de Facebook y las redes sociales y en un país donde un 39,9% de los escolares se conecta a internet cuatro o más veces a la semana, hay mayor acceso a entretención gratuita (y pagada) y mejores estándares de vida, uno de cada cinco adolescentes se declara hastiado, uno de cada siete cree que todo le sale mal y un 18% declara sentirse bajo presión. Un 12%, en tanto, se siente solo. Al desglosar las cifras por género, ellas llevan la delantera: un 15% se siente sola (10% los hombres), mientras que un 16% de ellas ha sentido que todo le sale mal en la vida, contra un 12% de ellos. No es todo: las mujeres también se sienten más tristes (15,6% contra 8,7%) y sin ganas de hacer nada (15% versus 8%).
Ramiro Molina, ginecólogo, máster en salud pública y líder del estudio, dice que las cifras revelan lo que dicen otros estudios: que las mujeres tienden a tener peores indicadores que sus pares masculinos, aunque en este caso en particular llama la atención que ellas tengan mayores diferencias en el estado de ánimo, un tema en que hay que poner atención, pues si bien las cifras no son alarmantes, es desde allí donde surgen las depresiones y el abuso de alcohol y drogas.
“No es al revés. En Chile y otros países se tiende a atacar el consumo de drogas y alcohol porque se cree que generan depresiones y bajos estados de ánimo o violencia, pero es al revés, y por eso han fracasado. Se ataca la consecuencia y no la génesis del problema”, dice.
Lo mismo pasa al analizar cuando se diferencia por colegio. Mientras un 11% de los alumnos de colegios municipales y subvencionados siente que todo les sale mal en la vida, en los adolescentes de colegios particulares es un 7%.
¿Solos? Un 9,5% de los escolares de colegios privados contra un 14 % de los municipales y un 13% de los subvencionados. “No existe ninguna dimensión donde los alumnos de colegios particulares estén peor que los municipales o subvencionados y eso es un dato que el Estado y las políticas públicas deben recoger”, dice Molina.
Un 32% de ellas cambiaría alguna parte de su cuerpo
Cuando a los adolescentes se les pregunta sobre ellos, un 38% se declara insatisfecho. Su autopercepción y autoevaluación es negativa, especialmente cuando se trata de su apariencia física. Un 60,8% de las niñas y un 48,4% de los niños dice que siempre o casi siempre se preocupan de cómo se ven físicamente y un 32% de ellas y un 19% de ellos quisieran cambiar alguna parte de su cuerpo.
Molina dice que el descontento y la baja autopercepción se deben, en primer lugar, al proceso de crecimiento y desarrollo que experimentan en esta etapa de la vida, donde no sentirse a gusto con el cuerpo es normal. Sin embargo, hay que estar alerta, pues en el afán por cambiar su imagen corporal los jóvenes pueden llegar a extremos y caer en desórdenes alimenticios, en uso dietas riesgosas por internet o en depresión.
De hecho, en una encuesta realizada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, en niños de 12 a 15 años, un 73% aseguró que cambiaría su imagen corporal. No pocos tenían en mente pedir cirugías plásticas a sus padres y la mayoría tenía como modelos a seguir a sus artistas favoritos de TV.
Otro factor común: la baja autoestima. Las mujeres nuevamente aparecen como las más vulnerables, ya que para ellas, especialmente, la belleza es un factor tan importante que afecta sus sentimientos de autovaloración y sus capacidades respecto de la forma en que se desenvuelven en la vida. Una situación que puede tener un directo vínculo con su bajo estado anímico. “Es que a nosotras nos afecta todo”, argumenta María Paz (16), alumna de segundo medio de un colegio de Vitacura. “Nos preocupan cosas tan mínimas como el pelo o si nos vemos más gordas o flacas que el día anterior. La autoestima varía mucho por detalles. Necesitamos un ego bacán para que las cosas no nos afecten”, dice.
Un 72% se siente feliz en casa
Las cifras de la encuestan revelan que los adolescentes chilenos tienen, en general, una buena calidad de vida y que la vida familiar es un soporte: un 81% dice sentirse queridos por sus padres y un 72%, felices en sus casas. Ellas, sin embargo, se sienten más distanciadas de sus padres: menos comprendidas por sus progenitores (22,7% contra 14,6%) y menos escuchadas (14,2% versus 96% de los hombres).
“Somos más abiertas que los hombres y no tenemos ni un rollo en contar nuestras cosas. Pero por eso necesitamos sentirnos escuchadas. Tiene que haber alguien que nos ponga atención”, advierte María Paz (16). Molina comparte su visión: “Aunque los chicos se sienten queridos y felices de estar en sus casas, uno de cada cinco quisieran que sus padres les dieran más tiempo. Están reclamando que se preocupen un poco más de ellos.
Por otra parte, los colegios pueden estar formando bien en información y contenidos, pero no en educación en la afectividad. Eso no se los dan los padres a los hijos y tampoco los colegios. Y allí está el problema”, dice el líder del estudio. Sin embargo, destaca un dato positivo: un 69% de los adolescentes aprueba su vida familiar. “Es un buen indicador, que habla sobre la excelente base existente para mejorar la integración colegio-familia”.
Ellas tienen peor actividad física
En un país con casi un 30% de adolescentes obesos, la percepción de actividad física es un tema importante. Los más chicos, entre 10 y 12 años, llevan la delantera, con un 59%, afirmando que se sienten bien, activos y llenos de energía. Una percepción que decrece a medida que aumenta la edad: entre 13 y 15 años es un 55% y entre 16 y 18 años, un 48,5%.
Molina, sin embargo, dice que hay que poner atención en el 16,4% que asegura todo lo contrario y que, nuevamente, las mujeres se disparen en las cifras: cuando se les consulta si son activas físicamente, un 35% de ellas dice que nunca o casi nunca contra un 30% de los varones. Lo mismo pasa al diferenciar por colegio: un 26% de los alumnos de colegios municipales responde negativamente contra un 16% de los de colegios particulares.
Molina plantea una solución: volver a incorporar la Salud Escolar en los colegios, una práctica común hace 40 años y que permitía evaluar la salud física y mental de los alumnos desde la primera infancia.
Un 79,4% dice que su clima escolar es bueno
Un dato que llama la atención de los investigadores es que sólo un 5,6% de los adolescentes dice vivir un mal clima en su colegio. Sólo un 3,8% asegura haber sentido miedo de un compañero, un 10% haber recibido burlas de ellos y un 4,2% haber sido amenazado o maltratado física o sicológicamente. En total, un 79,4% dice no sufrir esos problemas. No hay diferencias relevantes por género y por colegio, los particulares levemente están mejor.
“Eso revela que el problema del bullying no es, como dicen otros estudios y expertos, el mayor problema que enfrentan los jóvenes de hoy, y que si bien es un tema para abordar, hay otros más urgentes e importantes para los propios adolescentes”, dice Molina. El experto asegura que el tema no es menor, ya que muchas veces se vinculan problemas de depresión o bajo estado de ánimo con lo que podría estar sucediendo en el colegio con sus pares “y el origen claramente no es ese, según lo que dicen los mismos adolescentes”.
La situación cambia un poco cuando se les consulta por la satisfacción que tienen con sus colegios. Un 19% de los escolares de colegios municipales dicen que no se siente feliz con su colegio, contra un 14% de los particulares. Mientras que un 10,9% de los primeros dice no llevarse bien con sus profesores, contra un 6,7% de los alumnos de colegios particulares.
COMENTAR