Su temporada fuerte es durante el verano, pero puede encontrarse en el mercado en cualquier estación haciendo gala de sus múltiples propiedades, entre las que se cuentan su alto aporte en vitamina C. Para conocer este y otros detalles, la nutricionista Sofía Sutherland, explicó a Biut, sus principales beneficios.
Una de las funciones de la vitamina C es proteger a las células de los radicales libres, función que cobra importancia debido a la alta cifra de fumadores en Chile. Para ellos, la vitamina C a través de su poder antioxidante, ayuda a prevenir la oxidación celular que provoca la alteración de las células, (denominada estrés oxidativo) las que causan el envejecimiento prematuro de la piel y enfermedades como el cáncer.
Y este no el único beneficio de la vitamina C presente en el tomate. Su aporte en pigmentos como los carotenoides y licopeno, protegen a la salud de los elementos contaminantes como el smog y la exposición al sol.
El agua es una característica esencial del tomate, pues debido a su alto contenido, estimula la eliminación de líquido del organismo. De esta forma, a mayor ingesta de líquido a través de la dieta, más se estimula la diuresis.
Un granito de arena a la medicina: El reinado del licopeno
El tomate es muy rico en licopeno, un pigmento altamente antioxidante. A través de él, se evita el proceso de estrés oxidativo que se produce por factores como la contaminación, el cigarrillo o los rayos UV o ayudando a prevenir el cáncer.
El licopeno es muy importante porque, al ser antioxidante, disminuye la oxidación del colesterol que se deposita en las arterias y puede bloquearlas, previendo así los riesgos de infarto.
Además, este componente tiene un poder antiinflamatorio, ya que a nivel celular, es capaz de regular las reacciones químicas en el organismo que producen inflamación en ciertas enfermedades, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. El licopeno para esta función también sirve en caso de sobrepeso y obesidad, condiciones que mantienen un estado de inflamación interna del cuerpo.
El tomate como parte de la dieta
Incorporarlo a las comidas diarias resulta una tarea muy simple. El tomate puede incluirse a través de ensaladas, en su forma cruda o a través de preparaciones calientes como guisos o salsa sobre carnes, fideos o arroz.
Sin embargo, aparte de la cantidad infinitas de opciones para prepararlo, lo mejor es que presenta un aporte calórico muy bajo. Uno tomate mediano de 120 gramos, equivalente al tamaño de un puño, aporta unas 25 calorías, ¡Sólo para seguir comiendo sin ninguna culpa!
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