Pese a la creencia común de que el estrés hace que la gente gane peso al buscar comida chatarra o evitar el ejercicio, en promedio parece que tiene poco impacto a largo plazo, de acuerdo a un estudio. Una revisión de 36 estudios previamente publicados sobre estrés y aumento de peso conducido por Jane Wardle, de University College London, halló que la mayoría no mostraba asociación entre los niveles de estrés de la gente y su incremento de peso durante varios años.
Cuando el estudio, que apareció en “Obesity”, combinó los resultados de la investigación, había sólo una modesta asociación general entre el estrés y el aumento de peso. “Suponíamos que habría una asociación sustancial entre el estrés y la obesidad, dada la creencia popular de que el estrés contribuye al aumento de peso”, dijo Andrew Steptoe, quien también participó del estudio, en un correo electrónico a Reuters Health.
“Pero cuando evaluamos cuidadosamente estudios científicos bien controlados, los efectos fueron sorprendentemente pequeños”, aseveró. El estudio analizó 32 estudios internacionales realizados mayormente en las décadas de 1990 y 2000. Se evaluaron los niveles de estrés de todos los participantes, luego se siguió a los sujetos con el tiempo para ver si había una relación entre el estrés y el posterior aumento de peso.
La mayoría siguió a los participantes durante 1 a 7 años, pero algunos fueron proyectos de plazo más largo que siguieron a la gente por hasta 38 años. Algunos se centraron en el estrés laboral, mientras otros cubrieron el estrés general de la vida, cualquier evento desde grandes traumas como una enfermedad seria o un divorcio, a sentirse abrumado por asuntos diarios.
En total, un 69 por ciento de los estudios no halló asociación clara entre los niveles de estrés y el aumento de peso, mientras el 25 por ciento vinculó mayores niveles de estrés al aumento de peso. El restante 6 por ciento halló que el mayor estrés estaba relacionado a menor incremento de peso con el tiempo.
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