El color, la materialidad y la vanguardia son componentes dominantes en este espacio diseñado por el Estudio Tomás Alía para el Hotel Beatriz Playa y Spa en la isla Lanzarote, España. Un universo de piezas de cerámica reviste el lugar dotado además de efectos acuáticos a través de chorros, cascadas, jacuzzi, duchas de contraste y camas de microburbujas, cumpliendo el objetivo principal de devolver al cuerpo y la mente el descanso merecido.
Techo. Es el único lugar que no tiene material cerámico, por el contrario, sólo buena pintura y un diseño floral de gran tamaño.
La iluminación es otro punto protagónico y, al igual que todos los proyectos de Alía, potencia el trabajo arquitectónico y es hilo conductor al momento de diseñar. “Un sistema de retroiluminación mediante focos de luz en el techo y suelo baña este espacio y resalta puntualmente los elementos arquitectónicos”, cuenta el español. Una oda a la creatividad que responde a la marcada línea de Alía de dar a cada proyecto “un aspecto único”, según afirma.
Curvas. Una constante en los trabajos de Tomás Alía, permitiendo en este caso, por ejemplo, la separación de ambientes a través de columnas y techos cóncavos.
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