FDA alerta sobre dieta basada en hormona del embarazo

Por Biut y Agencias

Existen muchos métodos para bajar de peso, pero lo más efectivo, según los expertos, es comer saludablemente y hacer actividad física. Sin embargo, muchos optan por dudosas técnicas que prometen disminuir rápidamente el exceso de grasa.

La última moda es el consumo de una sustancia llamada hormona gonadotropina coriónica humana (HCG), también conocida como “hormona del embarazo”. Se trata de una sustancia que producen de manera natural las mujeres y que es fabricada en laboratorio e inyectada para promover la ovulación en mujeres con problemas de fertilidad. Pero la Administración Federal de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA) alertó sobre su uso con otros fines: está siendo consumida como parte de una dieta para bajar de peso.

Aunque en farmacias la hormona HCG se vende sólo con receta, en internet hay una amplia oferta, a precios que oscilan entre $ 20 mil y $ 70 mil. En YouTube hay numerosos videos que cuentan las supuestas bondades de su consumo e, incluso, algunas mujeres suben videos con reportes diarios sobre el uso de la HCG y los cambios que provocaría en su organismo.

La agencia advierte que su mal uso aumenta el peligro de formación de trombos y depresión, mientras que expertos afirman que se producen síntomas similares a los primeros meses de embarazo en mujeres que no lo están, lo que puede llegar a provocar problemas renales o coronarios.

El extendido uso de la dieta ha alarmado a los expertos -en EE.UU. ha sido un boom, ya que los estudios sugieren que no funciona y que es un fraude. De hecho, la dieta que acompaña el consumo de HCG contempla la ingesta de solo 500 calorías diarias, consistente en el consumo de 100 gr de carne sin grasa, verduras de hojas verdes y un trozo de pan sin miga.

Se trata de una dieta usada en la década de 1950, cuyo uso en terapias adelgazantes fue prohibido en 1975. Se supone que la ingesta o inyección de la hormona lograría reducir el apetito en las personas hasta ese nivel, pero los científicos no han comprobado que esto disminuya la acumulación de grasa en el cuerpo. “La hormona por sí sola no genera pérdida de peso”, explica Evelyn Muñoz, nutricionista y académica de la U. Andrés Bello.

El efecto de la dieta se debería sólo al consumo sumamente bajo de calorías, gracias al supuesto efecto inhibidor del apetito de la hormona. Sin embargo, dice Muñoz, el consumo de apenas 500 calorías diarias es una cantidad demasiado baja, ya que ni siquiera basta para una persona que está en reposo absoluto: “Incluso, en esa condición se gastan alrededor de 800 calorías”, recalca Muñoz.

En lo inmediato, esta dieta puede producir fallas en la memoria y desmayos por los bajos niveles de azúcar en la sangre, mientras que a largo plazo podría haber osteoporosis por la falta de calcio y vitamina D o problemas a la visión por escasez de vitamina A.

Consecuencias

  1. Efectos: El uso de la HCG en dietas puede generar náuseas, dolor de estómago y problemas digestivos.
  2. A largo plazo: El afán por no sobrepasar las 500 calorías podría gatillar trastornos como la anorexia.
  3. Dejar la HCG: El organismo experimentaría un efecto rebote y el peso perdido se recuperaría.

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