Sus síntomas inespecíficos hacen que sea fácil confundirla con otras enfermedades y, por lo mismo, la hipertensión arterial es considerada una “asesina silenciosa”, señala el cardiólogo Alejandro Yenes, médico jefe de la Asociación de Diabéticos de Chile (ADICH).
La hipertensión, junto a los infartos, derrames cerebrales y enfermedades coronarias, constituyen las llamadas enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte en el mundo.
En Chile se estima que hay cerca de 3 millones 600 mil personas hipertensas, según la última Encuesta Nacional de Salud (ENS) y si bien resulta ser menos que en la medición anterior, el dato que preocupa a los especialistas es que a pesar de los avances en la medicina para controlar la patología, sólo el 37.26% está en tratamiento para controlar su presión arterial y de ellos, el 16.49% lo ha logrado. El resto -del 65.05% que sabe que es hipertenso- ha abandonado el tratamiento o nunca ha seguido uno.
En Chile se estima que hay cerca de 3 millones 600 mil personas hipertensas, según la última Encuesta Nacional de Salud (ENS)
El abandono es muy alto, explica el médico y se debe principalmente a que es una enfermedad crónica, cuyo tratamiento está constituido por varios fármacos que se complementan. “La persistencia del tratamiento depende de cómo se administra, si se trata de una dosis alta es más persistente o si se ponen más componentes en una misma tableta”, señala. Estas combinaciones existen en el mercado, pero no siempre están al alcance de todos los pacientes, sobre todo del sistema público, donde según Yenes “se ha avanzado mucho en la calidad de los fármacos, pero no tienen todos los disponibles”.
Autocuidado
Tomarse la presión regularmente es la única forma de saber si está en un nivel normal. Como explica Yenes, de todos los que creen tener la presión alta, porque les duele la cabeza o se marean, sólo un tercio está en lo correcto. No se puede hacer un diagnóstico sólo con esa percepción.
A juicio del especialista, teniendo en cuenta que el estilo de vida y la alimentación contribuyen a que el número de hipertensos aumente, debería ser norma para todos los médicos incluir la toma de presión como examen básico, incluidos los ginecólogos, y que ellos deriven a otro especialista -nefrólogo, cardiólogo o endocrinólogo- cuando el nivel es anormal.
Ojo con el sodio
“La sal es un arma de doble filo, es necesaria en la vida, aunque la cantidad que uno requiere está en los alimentos per se. La papa, por ejemplo, tiene una cantidad superior a la que requiere el organismo, no necesita que le agreguen pero tenemos el paladar acostumbrado y la industria aprendió que podía conservar alimentos con ella, así que le agregamos”, sostiene y agrega que un buen cocinero no debería utilizarla, porque sabe mezclar los elementos justos.
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