Cuando Jamiroquai salga esta noche al escenario del Movistar Arena, se encontrará de frente con una multitud de fanáticos esperando empezar la fiesta.
Sin hacer mayor promoción, dar entrevistas o recibir gran atención de los medios, la banda inglesa logró que se vendieran 15 mil entradas para su concierto, agregando incluso algunas con vista parcial.
La banda llegó ayer cerca de las 13 horas al aeropuerto de Santiago desde Londres. Ahí los esperaba un pequeño grupo de fans que tuvo más suerte con los músicos del conjunto que con el vocalista, Jay Kay, quien partió directo a la van. Lo mismo ocurrió a su llegada al hotel Sheraton. “Fueron muy buena onda, se dieron el tiempo de firmar autógrafos y tomarse fotos”, comenta Rodolfo Klein, de la comunidad Jamiroquai Chile.
Aunque había un auto a disposición del cantante del grupo, él optó por pasar la tarde en el hotel.
El grupo es el plato de fondo de una fiesta larga para esta noche: primero tocará Papa Negro, a las 20.30 horas, y luego vendrá el turno de Matahari, a las 21.20. La aparición de los británicos está anunciada para las 22.30 horas, con un show de, al menos, 20 canciones.
El grupo llega para mostrar los temas de Ruck dust light star, su primer álbum en cinco años.
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