Una investigación en Estados Unidos encontró que las verduras más frescas y las que conservan más nutrientes son las que reciben más luz fluorescente en los anaqueles de los supermercados.
El estudio descubrió que las hojas de espinaca expuestas a una luz continua durante su almacenamiento tenían más nutrientes que las hojas expuestas a una oscuridad permanente.
El hallazgo, dicen los científicos en Journal of Agricultural and Food Chemistry (Revista de Química Agrícola y de Alimentos), podría conducir a mejores formas de conservar y promover el valor nutricional de los vegetales.
Se sabe que las espinacas son una fuente extraordinaria de vitaminas, incluidas la C, E y B9 (un folato), y de caroteoindes, los pigmentos orgánicos que se cree juegan un papel esencial en la prevención de la oxidación celular.
Fotosíntesis
Muchos supermercados colocan a éstos y otros vegetales en paquetes o bolsas de plástico en anaqueles que están expuestos a una luz fluorescente continua las 24 horas del día.
El estudio, llevada a cabo por científicos del Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), quería investigar si esta exposición a la luz afectaba el valor nutricional de las espinacas.
Hojas de espinaca
Los investigadores, dirigidos por el fisiólogo Gene Lester, expusieron a hojas de espinaca a una luz artificial similar a la luz fluorescente que reciben estos vegetales cuando se les coloca al frente de los anaqueles de los supermercados.
Otro grupo de hojas fue empaquetado en bolsas de papel color marrón para simular las condiciones de oscuridad de que son objeto cuando se les ubica en la parte posterior y más oscura del anaquel.
Todas las espinacas estaban empaquetadas en recipientes de plástico transparente con tapa y se les mantuvo a una temperatura de 4º centígrados, la misma temperatura en la que los almacenes exhiben sus vegetales empaquetados.
“Encontramos que la luz continua afectó el sistema fotosintético de las hojas, lo que resultó en un incremento importante en los niveles de caroteoindes y vitaminas C, E, K, y B9” dicen los autores.
También encontraron en las hojas expuestas a la luz niveles más altos de los carotenoides, como luteina y zeaxantina.
La luz, sin embargo, provocó un “efecto secundario”: algunas espinacas, las de hojas planas, se marchitaron a los tres días. Pero esto no ocurrió en las de hojas arrugadas.
De cualquier forma, dicen los investigadores, la continua exposición a la luz durante el almacenamiento de verduras, principalmente las de hojas arrugadas, “parece ser la estrategia para conservar y promover la concentración de de compuestos bioactivos beneficiosos para la salud humana”.
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