Muchos médicos se cuestionan si es ético tratar las molestias de la mujer que cruza la etapa del climaterio, debido a los resultados arrojados por el WHI hace casi 10 años, el cual concluía que la Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH) se asociaba al infarto cerebro vascular y mayor incidencia de cáncer de mama.
Hoy, estas hipótesis han cambiado su rumbo. En la comunidad ginecológica existe el consenso que la Terapia de Reemplazo Hormonal en mujeres menores de 60 años y que no tengan contra indicación absoluta no tiene efectos negativos. Es más, está comprobado que en este grupo de mujeres provoca un efecto protector a nivel cardiovascular y en los huesos. Es lo que se conoce como ‘ventana de oportunidades’, lo que significa iniciar la TRH alrededor de los 48-50 años.
“Por el miedo provocado por la desinformación, principalmente dada por el temor a incrementar el riesgo de cáncer de mama, lamentablemente algunos médicos no se atreven a prescribir la TRH y muchas mujeres no se atreven a consumirla. Frente a este escenario, la menopausia se han convertido para ellas en un auténtico infierno”, indicó el Dr. Javier Ferrer, médico español experto en climaterio quien expuso durante el Congreso Chileno de Obstetricia y Ginecología.
Además, el doctor Ferrer indicó que la menopausia no les afecta de la misma manera a todas las mujeres. De allí la importancia de – además, de contar con la historia clínica – el ginecólogo tenga la habilidad de inferir datos personales asociados a su estilo de vida, de tal manera de objetivizarlos. Algunos de estos datos serían síntomas vasomotores, psicológicos y urogenitales.
Cambios. La calidad de vida de la mujer se verá afectada de acuerdo a como asume el proceso del envejecimiento. “Aquella mujer que se siente eternamente joven, definitivamente se enfrentará mal a la menopausia”, señaló el Dr. Ferrer. Respecto de este último punto, el médico indicó que depende mucho también de la cultura, dado que en algunas sociedades es parte de la normalidad asumir la etapa de climaterio.
+ RESULTADOS
Otro dato que entregó este estudio, fue que las mujeres con formación universitaria tenían menores síntomas que aquellas que tenían bajo nivel educacional.
Por otra parte, las mujeres con sobrepeso presentaban peores síntomas que aquellas que mantenían un peso correcto.
A modo de conclusión, el Dr. Ferrer subrayó la importancia de “medir la calidad de vida de la mujer menopáusica, tratarlas con controles periódicos anuales e intervenir a tiempo a las pacientes con riesgos de fractura”.
:ESTUDIO:
El doctor Ferrer mostró los resultados de una investigación cuyo propósito fue medir la calidad de la mujer menopáusica española. La muestra consideró a 3.433 mujeres, entre 45 y 64 años, y demostró que no solo los cambios endocrinológicos conllevan a un deterioro en la calidad de vida de la mujer. La disminución de las endorfinas también provoca una menor sensación de bienestar y, por ende, mayor tendencia a la depresión. Asimismo, los síntomas vasomotores generan una serie de problemas como disminución del sueño y falta de concentración que altera el eje emocional y vida sexual.
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