La kinesiología holística o fisioenergética es una curiosa terapia que trabaja preguntando al cuerpo y esperando una respuesta involuntaria a cada una de las consultas formuladas. Su propósito es conocer el origen de los problemas que tenemos, aumentar el nivel de energía en el organismo, estimular nuestra capacidad autocurativa y, de esa forma, restablecer la salud.
Todo comienza con una primera sesión en la que se habla de la historia de la persona, desde su infancia hasta la actualidad. Luego, se conversa de aquello que lleva a consultar y las enfermedades presentes, si es que las hay, para, finalmente, pasar a una camilla donde se hace el test de longitud de brazos o Arm Reflex.
El procedimiento consiste en tomar las extremidades superiores, en tanto el terapeuta formula una pregunta al cuerpo mediante mudras, aquellas posiciones de dedos utilizadas por siglos en la meditación. A continuación, se comprueba el largo de los brazos derecho e izquierdo. Cuando están iguales, no existe problema, pero si se observa uno levemente más largo que otro, sí hay algo, y entonces el terapeuta comienza a profundizar con nuevas interrogantes a las que el cuerpo va respondiendo sí o no, cada vez con un cambio en la extensión de los brazos o manteniéndolos nivelados.
Patricia Cardemil, kinesióloga tradicional y especialista en la técnica holística, cuenta que para detectar trastornos de origen químico no usan mudras: se ayudan con un aparato de vidrio denominado resonador. Éste cuenta con agujeros en que se ubican las posibles sustancias que causan el problema y un pequeño tubo que se orienta en dirección al cuerpo, mientras el terapeuta observa el cambio en la longitud de las extremidades. De esta forma se pueden detectar alergias y excesos de una sustancia en el organismo, entre otros conflictos. Partiendo de la base de que existe un flujo de energía que recorre las cadenas de músculos, se entiende que el reflejo que genera la diferencia de longitud de brazos es una expresión del cuerpo entero que aparece cuando se presiona una zona patológica, en el momento en que se pide a la persona que se concentre en una emoción difícil o cuando se le tocan puntos determinados por la acupuntura.
Se trata de un acto involuntario generado a nivel de los hemisferios cerebrales, el cual cambia las cadenas musculares de las partes derecha e izquierda del organismo cada vez que éste reconoce algo que lo estresa.
No se conocen estudios basados en el método científico para explicar esto, pero se sabe que los músculos reciben cargas emocionales, porque somos un todo liderado por el sistema nervioso, y cuando éste se estresa libera una cantidad de neurotransmisores. “Cuando advertimos un peligro, el cuerpo casi siempre retrocede o ataca; hay un cambio siempre, y de eso se aprovecha este test”, señala Patricia Cardemil. Es una respuesta inconsciente y fisiológica, tanto como cuando se erizan los pelos si hace frío, y en el caso del test, la reacción surge ante una pregunta o exposición.
DESCUBIERTA POR UNA CASUALIDAD
La técnica fue creada en 1980 por el osteópata belga Raphael Van Assche, luego de recibir una paciente con lumbago agudo. Para comprobar si se trataba de un problema denominado hypertonus del músculo psoas, el especialista usó un método tradicional que consiste en comprobar si se acorta un brazo en relación con el otro, manteniendo al paciente boca arriba con las extremidades superiores hacia arriba y las palmas de las manos paralelas, una frente a la otra.
Mientras la mujer le comentaba sobre su dolencia, el osteópata advirtió que el acortamiento del brazo desaparecía cada vez que ella se refería a una persona en particular; destacó en ello una relación visible de las emociones y el tono muscular. Después de esa experiencia, Van Assche siguió trabajando y notó también un vínculo de la longitud de brazos con problemas del aparato motor.
EL TEST DE LOS 14 MUSCULOS
La kinesiología holística se relaciona con otra práctica que también permite que el cuerpo hable: la kinesiología aplicada. Ambas derivan, de algún modo, de la kinesiología tradicional: el estudio de la musculatura, los huesos y el sistema nervioso en relación con el movimiento.
A diferencia de la kinesiología holística, la aplicada es el desarrollo de un test a 14 músculos del cuerpo, considerando que cada uno se vincula con una cadena de órganos y, a la vez, con un meridiano, especie de línea invisible por donde viaja la energía a través del cuerpo. A cada músculo se le relaciona con un órgano y una sucesión de elementos que recorren el organismo. Asimismo, para tener una información acertada, esta técnica considera ambos lados del cuerpo, es decir, trabaja en el músculo derecho y en el izquierdo. El test muscular de la kinesiología aplicada permite determinar problemas específicos.
Poniendo a prueba el deltoide, por ejemplo, conoceremos el estado del pulmón: se le pide a la persona mantener el brazo estirado al nivel del hombro, al tiempo que se presiona suavemente la extremidad para abajo. La idea no es hacer fuerza, sino dejarse llevar por el reflejo. Si se logra mantener el brazo en la posición, está bien; pero si hay un problema en el pulmón, bajará como un acto involuntario.
Patricia Cardemil cuenta que es clásico hacer este procedimiento luego de que un paciente fuma un poco, entonces, al presionar el brazo, éste baja “a partir de un problema de energía, generado por el cigarrillo, ya que la energía del meridiano correspondiente al deltoide disminuye inmediatamente por causa del tabaco”, comenta la kinesióloga.
LO QUE NOS PUEDE CONTAR EL CUERPO
“Como somos kinesiólogos, todos los que nos especializamos en esto, primero, recibimos personas con los problemas kinésicos tradicionales: lumbago, dolores de rodilla, etc. Pero ahora, que ya estamos trabajando hace un tiempo, comenzaron a llegarnos otras patologías directamente, como alergias y pacientes con colon irritable”, cuenta Patricia Cardemil. También es posible trabajar con niños, pero solamente si tienen siete o más años, pues se dice que el campo energético está unido a la madre hasta esa edad.
¿Qué podemos saber mediante el test de longitud de brazos?
Es posible descubrir qué fortalece o debilita al organismo, buscando dónde está el bloqueo y qué es lo que se debe tratar, considerando un tratamiento diferente para cada conflicto. Se pueden detectar problemas emocionales y dolencias físicas, como disfunciones articulares, ligamentosas, musculares y articulares; intoxicaciones del organismo ya sea por metales pesados y toxinas ambientales; existencia de virus, bacterias u hongos; excesos de radicales libres, déficit de vitaminas, minerales y ácidos grasos; o problemas del sistema digestivo, entre otros conflictos.
En cuanto a terapias, hay diferentes opciones. Por ejemplo: si se trata de un problema estructural, se desarrollan ejercicios; si es químico, se recurre a medicinas naturales o a cambios en la alimentación; si es energético, se realizan masajes en los meridianos, y si es emocional, se indica terapia de esencias florales.
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