Hace casi cuatro años comenzó en el Cajón del Maipo un plan para proteger la biodiversidad de siete predios de la zona con una superficie equivalente a más del doble del Gran Santiago. Los objetivos: disminuir la ganadería intensiva, que arrasaba con la vegetación y ahuyentaba la fauna de la montaña, y potenciar un turismo y producción sustentable. Este proyecto, llamado Plan Santiago Andino, fue creado por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), la ONG Chile Sustentable y la Facultad de Agronomía de la U. de Chile. Sesde 2008 se comenzó a trabajar en conjunto con siete grandes fundos del Cajón del Maipo, incluyendo El Volcán, Cascada de Las Animas, el Monumento Natural El Morado y los santuarios de la naturaleza San Francisco de Lagunillas y El Quillayal. El proyecto significó una inversión de $ 869 millones de Innova Corfo y los predios e instituciones participantes.
“Elaboramos un plan de manejo sustentable para cada propietario, según las metas que quería lograr cada uno para su fundo. Ellos se comprometieron voluntariamente con estas medidas y depende de ellos aplicarlas. También les recomendamos distintas vías de financiamiento y fondos a los que pueden postular”, dice Jorge Pérez, director del proyecto Santiago Andino en la Facultad de Agronomía de la U. de Chile.
El proyecto, que abarca predios que suman 175.000 hectáreas, logró el retorno de guanacos y vicuñas a algunos de estos lugares.
El más extenso de todos, el fundo El Volcán, de 35.000 há, donde están ubicados los Baños Colina y el volcán San José, es el que experimentó los cambios más drásticos. En 2008, cuando comenzó el plan, decidieron liquidar el 90% de sus cabezas de ganado para disminuir el pastoreo intensivo que deterioraba la vegetación de montaña y ahuyentaba la fauna nativa. Los efectos han sido notorios. “Están llegando grupos de guanacos desde la cordillera argentina y este verano también avistamos pumas, que se alimentan del guanaco”, dice Hernán Covarrubias, dueño del predio.
Según Pérez, el plan para El Volcán incluye desarrollar dos polos turísticos: uno concentrado en los Baños Colina y sus alrededores, con circuitos organizados, folletería y señalética. Y el otro, crear un centro de información para los visitantes en el pueblo El Volcán como punto de partida. “Nuestra idea es potenciar el ecoturismo todo el año y no sólo en verano, como ahora. En un plazo de cinco años queremos crear un centro invernal en Baños de Colina con restaurantes, cabañas y deportes blancos, como motos de nieve y helisky”, afirma Covarrubias.
El santuario Cascada de las Animas también comenzó a aplicar un pastoreo más sustentable de sus animales, en este caso, caballos. “Tenemos 60 caballos que usamos para excursiones y ahora hacemos rotación de praderas, para que alcancen a crecer plantas. También nos ayudaron a crear un sendero interpretativo en el bosque para educar a los turistas”, dice Liliana Astorga, una de las propietaria del fundo.
En el caso de los predios El Quillayal y San Francisco de Lagunillas, ambos declarados santuarios de la naturaleza en 2008 y pertenecientes a Sara Larraín, la recomendación de Santiago Andino fue abrir paulatinamente los santuarios al público. “Establecimos un plan a largo plazo para crear circuitos de recorrido para educación ambiental y turismo. Por otro lado, estamos reduciendo nuestra masa ganadera hasta llegar a cero en 2015 y simultáneamente, plantando 20 hectáreas por año con quiyalles, para restaurar estos lugares que antiguamente fueron muy sobrepastoreados”, afirma Sara Larraín.
Cifras
- 869 millones de pesos invirtieron Innova-Corfo y otras instituciones involucradas en el plan.
- 90% disminuyó la ganadería intensiva en el fundo El Volcán.
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