Además de andar en bicicleta, hacer deporte en los gimnasios al aire libre o simplemente pasar el rato, los parques y plazas de Providencia también servirán como centros de reciclaje. Esto, porque a mediados del segundo semestre, en algunas áreas verdes de la comuna se instalarán micropuntos limpios, lugares especialmente habilitados para que los vecinos puedan botar -en recipientes distintos- desechos como cartones, vidrios y plásticos.
“Actualmente, Providencia realiza un reciclaje directo en las casas (ver dato) que es muy acotado. Por eso queremos habilitar sitios que sean de fácil acceso para nuestros residentes y, de este modo, facilitar el proceso de reciclaje”, explica la alcaldesa subrogante, Isabel Mandiola.
Se les llama micropuntos limpios porque no tendrán las características de los ya conocidos en Santiago, sino que su tamaño es más acotado: de alto tienen dos metros y de ancho, 1,5. La gracia es que a estos espacios se accede caminando y no en auto. “La idea es que sean visibles (para que la comunidad los vea y vaya) y que se autofinancien con publicidad. (Eso sí), no queremos que sean invasivos dentro de las plazas”, explica Alejandro Henríquez, director de Aseo y Ornato de la comuna.
Se apostó por una gran cantidad de estos espacios por la imposibilidad de crear un gran centro de reciclaje.
Estos espacios contarán con siete recipientes, con una capacidad de almacenaje de dos metros cúbicos cada uno. Ahí, los vecinos podrán botar cinco tipos de residuos: latas, botellas de vidrio, tetrapack, envases de remedios y plásticos. “Todos los días se retirará la basura de los contenedores. A medida que se consolide el sistema, se sabrá qué es lo que más botan los vecinos”. Según explica Henríquez, si se percatan de que lo que más botan los vecinos es cartón, por ejemplo, se reemplazará uno de los contenedores menos usados para destinarlo a este tipo de desecho.
DATO
- Reciclaje casa a casa. La comuna creó en 2004 un sistema de recolección llamado “Providencia recicla ayudando”. El programa consiste en que los vecinos de una comunidad acuerdan reciclar –instalando contenedores dentro de los edificios- y la municipalidad retira los desechos posteriormente. Cerca de 700 edificios están inscritos en este plan y en 2010 se reciclaron 936 mil kilos de basura.
Aunque aún no están definidos los sitios en los que se instalarán los micropuntos limpios, sí hay algunas plazas definidas: la de Augusto Errázurriz, Las Lilas y Río de Janeiro; y los parques Bustamante e Inés de Suárez. Los residuos serán donados a sociedades de beneficencia para que éstas las vendan a las empresas de reciclaje.
Uno versus muchos
La comuna apostó por los 30 micropuntos limpios por una razón: el espacio. “Providencia no tiene lugares amplios y periféricos donde instalar un punto limpio de gran tamaño (como el de Vitacura)”, explica Henríquez.
Marcelo Mena, director del Centro de Sustentabilidad de la U. Andrés Bello, alaba la idea de que exista una variedad de sitios para reciclar. “Los vecinos pueden ir a pie y descartar el uso del auto, que también es un agente contaminante y aumenta la huella de carbono”, dice. “Hace rato que esta comuna abogaba por esta iniciativa. Nuestras encuestas de percepción del medioambiente indicaban que la gente quería reciclar, pero no sabía dónde”, agrega.
Otro de los beneficios que podría traer este sistema, según Mena, es que aumentaría la demanda de material reciclado. “A medida que crezcan los puntos limpios en Santiago, aparecerán más empresas interesadas en estos desechos. El siguiente paso será que el mercado produzca artículos reciclados, como jarrones, lápices o poleras, para que el proceso se consolide”, dice.
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