Ver TV de noche retrasa en 90 minutos la conciliación del sueño

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Aunque muchas personas usan el televisor como una ayuda para conciliar el sueño, lo cierto es que ésta y otras fuentes de luz intensa logran el efecto contrario. Un estudio de la Universidad de Surrey, en Inglaterra, reveló que la exposición a estos estímulos en el dormitorio después del atardecer retrasa en una hora y media el inicio de la producción de melatonina. Esto, en comparación con la exposición a fuentes de luz tenue.

La melatonina es una hormona producida por la glándula pineal, la cual se ubica en la base del cerebro. Esta sustancia tiene la función de regular el sueño, indicando al organismo cuándo se inicia la noche y es momento de descansar. Las concentraciones de esta hormona en la sangre se elevan cuando cae la tarde y alcanzan su nivel más alto dos horas después de iniciado el sueño.

Para analizar los cambios en la producción de esta sustancia, los investigadores seleccionaron a 116 voluntarios de entre 18 y 30 años. Un grupo fue sometido a fuentes de luz intensa antes de ir a acostarse, mientras la otra mitad fue expuesta a una iluminación más tenue, de una intensidad similar a la luminosidad del atardecer.

Comprobaron que en las personas expuestas a iluminación intensa antes del descanso nocturno, los niveles de esta hormona comienzan a elevarse 90 minutos después, en comparación con el otro grupo. Este desfase se traduce en la reducción aproximada de un 30% en la concentración de esta sustancia en el organismo.

Más aún, en el caso de las personas que duermen toda la noche con la luz encendida, la reducción en los niveles de melatonina supera el 50%. “Nuestro estudio muestra que la exposición a luz artificial tiene un fuerte efecto supresivo sobre la melatonina”, dice Joshua Gooley, investigador de la U. de Harvard y autor principal del estudio publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.

La melatonina envía sus señales al núcleo supraquiasmático, una estructura ubicada en el hipotálamo y que constituye el principal centro de regulación del ciclo de sueño y vigilia. Como la exposición a luz intensa reduce la secreción de esta hormona, el núcleo no recibe el mensaje correcto. “Empezamos a dar señales inadecuadas si hacemos los días artificialmente largos y estamos poniendo a prueba al sistema que nos hace ir a dormir y despertar de manera natural”, explica Alejandro de Marinis, neurólogo del Centro de Trastornos del Sueño de la Clínica Alemana.

El retraso en la secreción de la melatonina puede traducirse en que el sueño se inicia más tarde, lo cual reduce el tiempo total de descanso. Pero no sólo eso. Según los autores del estudio, esta alteración también puede generar un sueño de menor calidad, pues esta sustancia también está encargada de regular la temperatura corporal, la presión arterial y los niveles de glucosa en el cuerpo, durante la noche. Para un descanso efectivo, en que el cuerpo no responda a estímulos externos, la temperatura corporal disminuye hasta los 35 grados, al tiempo que se reduce la presión arterial y el pulso. Por otro lado, la glucosa aumenta levemente y aminora la actividad de las neuronas, lo cual baja el estado de alerta. La falta de melatonina dificulta estos cambios.

Por supuesto que la opción saludable no es quedar a oscuras después de la puesta de sol, chocando con todos los muebles del dormitorio. Una opción es utilizar una iluminación muy tenue, pero lo más importante es sacar el televisor de la pieza. “Son medidas simples, pero difíciles, porque requieren disciplina”, destaca el doctor Marinis.

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