Para nadie es misterio que el mochileo es, muchas veces, sinónimo de comer y dormir mal, aunque esto último está cambiando. Cada vez son más los hostales que han pensado especialmente en viajeros de presupuesto acotado, ofreciendo cómodas instalaciones y entretención garantizada a cambio de renunciar a la habitación privada y al baño propio.
The Weary Traveler. Tulum, México
Cierto es que la Riviera Maya cuenta con una de las costas más apetecidas por los turistas del mundo, gracias a su fórmula de aguas color turquesa, palmeras y arena blanca. Pero es verdad, también, que la sobreoferta inmobiliaria y hotelera ha espantado a aquellos que buscan esa soledad y relajo que resorts con todo incluido y bulevares repletos de tiendas de recuerdos no pueden brindar. Ante esto, Tulúm ha emergido en los últimos años como la alternativa a todo lo anterior, con playas semidesiertas y espectaculares ruinas que aún logran esquivar el exceso de visitantes.
En este marco, The Weary Traveler logró captar la esencia de este pueblo ubicado sólo a 65 kilómetros de Playa del Carmen, en un espacio discreto en donde las habitaciones se remiten sólo a ser limpias, dejando el encanto a sus beneficios extras que incluyen desayuno gratis, buses de acercamiento a la playa y, por sobre todo, a un generoso espacio común, en el cual una gran cocina con parrilla abierta las 24 horas y una mesa estilo Té Club, es todo lo que se necesita para crear un ambiente amistoso entre los huéspedes. El bar, que no para de despachar cervezas y tequila, también hace lo suyo.
The Weary Traveler, Tulum.
Hab. compartida: US$ 9, desayuno incluido.
www.wearytravelerhostel.com
Pacha Mama. San Juan del Sur, Nicaragua
La revolución en Nicaragua aún se puede percibir en el ambiente, con el sandinismo aún vivo -y activo- en sus principales ciudades a costa de panfleteo y discurso que trasciende de la realidad local. Por lo mismo, este podría parecer para muchos un país que no vale la pena conocer si no existe un mayor interés histórico al respecto. Pero la realidad no podría estar más lejos del prejuicio.
Un claro ejemplo se encuentra en San Juan del Sur, en el lado Pacífico del país de Rubén Darío. Aquí, un pueblo tranquilo sirve de centro de operaciones para los veraneantes de la alta sociedad nicaragüense, que entrega también a los extranjeros atractivas playas y una activa vida nocturna.
Y si precisamente lo que se está buscando es fiesta, ron en grandes cantidades y gente en la misma sintonía, la alternativa de alojamiento infalible es la que entrega el Hostel Pacha Mama. En un hotel recientemente construido, que ofrece piscina, wi-fi y cocina completamente equipada, no pueden faltar tampoco las fiestas, las que se organizan en la zona del bar del jardín durante todas las noches. Durante el día, se puede aprovechar la oportunidad de aprender a surfear con las clases que aquí también se pueden reservar.
Hostel Pacha Mama
Dormitorio compartido: Desde US$ 9
www.hostelpachamama.com
Buena Onda. Puerto Escondido, México
Desde que Acapulco dejó de ser el balneario del jet set azteca, para ir convirtiéndose en una ciudad atacada por el lumpen y los carteles de droga, los turistas del mundo buscaron otras opciones (porque los chilangos o habitantes del DF la siguen visitando). Y en parte las encontraron en Puerto Escondido. Un pequeño pueblo de pescadores ubicado 400 km al sur de la ciudad de los clavadistas. ¿Qué hace atractivo a Puerto Escondido? Sol eterno, las mejores olas para practicar surf y también kilómetros de arena y mar tibio para relajarse.
Aquí, el Hostal Buena Onda es el elegido sólo porque que no podría ser más onomatopéyico. Sus dueños, dos hermanos franceses, lo levantaron en Punta Zicatela, al final de la eterna playa que conforma este balneario de Oaxaca, y lo hicieron en medio de un bosque de palmeras y en donde cada cabaña de madera y techo de coirón es una habitación doble. Cada una cuenta con terraza, hamacas y lo mejor: con caída directa a la arena. Cierto es que en las noches hay que batallar con más de un cangrejo intruso que se cuela entre las sábanas, pero la desconexión, el relajo y -obvio- la buena onda que se forma entre todos los huéspedes de esta comunidad playera transforman cualquier bemol en risas colectivas.
Hostal Buena Onda. Punta Zicatela, Puerto Escondido.
Cabañas: Desde US$ 15
La Manzana Verde. Copán, Honduras
“Se prohíbe el sexo en las habitaciones, a menos que podamos filmarlo”, “Todos los turistas son ladrones (excepto tú), así que guarda tus cosas en los lockers”. Estas son algunas de las irregulares reglas de entrada en “La Manzana Verde”, quizás el más barato -y conceptual- de la oferta hotelera de las ruinas de Copán, en Honduras. Su dueño, un belga que se enamoró del pequeño y colorido pueblo colonial, de calles de adoquines que huelen a café y mango, decidió levantar una casa de huéspedes con personalidad propia. Son sólo tres habitaciones de tres camarotes cada una, las cuales se encuentran perfectamente bien mantenidas y en donde, como concepto, los visitantes renuncian a su propia identidad para transformarse en una celebridad. Así, cada cama pertenece o a Elvis Presley o a Madonna o a Pedro Picapiedras y usted será reconocido como tal por el personal de turno.
En La Manzana Verde no hay servicio de restaurante, pero sí una muy bien equipada cocina, la cual se puede surtir con la amplia variedad de frutas y verduras frescas del mercado vecino, y para visitar las espectaculares ruinas mayas, basta con caminar cinco minutos y encontrarse con ellas de frente.
La Manzana Verde
Habitaciones compartidas desde US$ 5
www.lamanzanaverde.com
Costa Rica Backpackers. San José, Costa Rica
Seguro para quienes planean visitar Costa Rica, San José se transforme sólo en una ciudad de paso para conocer sus playas o sus espectaculares parques nacionales. Y quizás tengan razón, porque la verdad sea dicha, la capital tica queda al debe en materia de atracciones con respecto de un país que las tiene de sobra. Por lo mismo, si va a pasar unos días en San José, qué mejor que hacerlo en un ambiente que garantice entretención y buena compañía.
Para lograrlo, la mejor opción es dirigirse al Costa Rica Backpackers, con su jardín repleto de palmeras, piscina y reposeras.
Lo que hay que tener en cuenta con este lugar es que, sea temporada alta o baja, siempre está en el máximo de su capacidad, por lo que se recomienda reservar con anticipación. Una vez aquí, acérquese a uno de los tantos que estarán en la piscina o el bar y pregunte todos los datos que necesite saber sobre Costa Rica. Sobrarán las recomendaciones y anécdotas. Y si son con una cerveza en la mano, los pies en el agua y reggae de fondo, mucho mejor.
Costa Rica Backpackers
Dormitorio con baño compartido desde US$ 12
www.costaricabackpackers.com
*Por: Alonso Bezanilla.
COMENTAR