Las mujeres somos cómodas y hay que decirlo. Nos gustan las cosas fáciles y rápidas, y mucho mejor si es barato. Es verdad que no podemos generalizar, pero hablo por la mayoría. Y esto también se ve reflejado en el ítem “depilación”. A veces por falta de dinero o por falta de tiempo, nos vemos obligadas a tener que eliminar cualquier rastro de pelo en la comodidad de nuestra casa. Acá te contamos las técnicas más comunes y efectivas:
Rasuradora: es lejos lo más cómodo que hay. Si estás corta de tiempo, te depilas en sólo un par de minutos y ya. Hace un par de años atrás, usábamos la de nuestros papás o hermanos pero ahora las marcas se dieron cuento del “nicho vacío” y podemos encontrar en el mercado algunas navajas con cremas hidratantes. ¿Lo malo? Dura muy poco: entre 2 y 5 días.
Cremas depilatorias: aplican el mismo sistema que las rasuradoras: cortan el pelo por lo que tarda sólo días en volver a crecer. Lo bueno, según dicen, es que no daña la piel como lo puede hacer una navaja y, al ser crema, la hidrata. También algunas aseguran debilitar el pelo.
Bandas y cera depilatoria: es lejos una de las más efectivas. Saca el pelo de raíz por lo que podemos pasar semanas luciendo nuestra depilada piel. Es verdad que duele, pero lo bueno es que al ser constante, el pelo se va debilitando así que terminaremos “peladas” cuando tengamos 50 años. Acá hay más opciones y una muy cómoda es el formato de bandas que se calientan al frotarlas con las manos. Es fácil de usar, no corres riesgo de quemarte y las puedes llevar a cualquier lugar.
Depilación con luz pulsada: ¿en serio? ¡Sí! Les contamos que las típicas ofertas de depilación de luz pulsada o IPL que vemos en los sitios de descuentos y que, aparte de ser caras, son por zonas, la puedes realizar tu misma y en la comodidad de tu casa.
Phillips lanzó al mercado Lumea que dispara flashes de luz que producen calor y que atacan directamente el folículo del vello. No promete depilación definitiva pero sí una depilación mucho más prolongada.
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