Estamos en verano y exponerse al sol es cada vez es más peligroso. La radiación ultravioleta está llegando a índices muy peligrosos para la salud humana por lo que hay que protegerse el doble, especialmente la piel, donde la exposición al sol puede generar la aparición de lunares malignos.
Los lunares son pequeñas manchas o bultos que aparecen en la piel. La mayoría de ellos son benignos y congénitos, es decir, que aparecen desde el nacimiento. Pero están también los lunares adquiridos, los cuales aparecen con el tiempo y en algunas ocasione, a causa de la exposición al sol.
Como bien dice la dermatóloga de la Clínica Santa María, Hilda Rojas, “los lunares que crecen producto del sol pueden ser lesiones malignas que se originan de lesiones pigmentadas ya existentes y se conocen como melanoma, un tipo de cáncer de piel que es bastante agresivo si no se pesquisa tempranamente y que, en sus etapas iniciales, puede tener una apariencia similar a la de los lunares adquiridos benignos”.
Pero pese a que la mayoría de las personas podrían tenerlos, no todos están conscientes de que estas “manchitas” o lunares nuevos sean benignos o malignos, y quien mejor que tú sabe si un lunar ha sido igual durante toda la vida o si ha cambiado en algún momento.
Pero, ¿cómo diferenciar un lunar bueno de uno malo?
Lunar benigno: la especialista explica que miden menos de 0,6 cms, tienen un sólo color, es de forma oval o circular con bordes netos y el pigmento en su periferia está bien delimitado. Desde la adolescencia hasta la edad, puede que se abulten un poco, pero es normal.
Lunar maligno o melanoma: son asimétricos, tienen un borde irregular, tienen más de 3 tonos diferentes, su diámetro es de más de 6 mm. Durante el tiempo sufren cambios de colores y de tamaño, y generalmente pican.
Si sospechas que tienes uno de estos lunares malignos, anda lo antes posible donde un especialista para que te revise.
“El daño del sol o el solarium a nivel de los lunares es a largo plazo, pero tienen una incidencia directa en la aparición de cáncer a la piel en sus diferentes grados. Por lo tanto, si una persona tiene un lunar expuesto al sol debe tratar de protegerlo para que no se convierta en maligno. Además, está demostrado científicamente que el solarium también produce Cáncer de Piel”, asegura la dermatóloga. Por lo tanto si una persona tiene un lunar expuesto al sol debe protegerlo para que no se convierta en maligno.
¿Cómo cuidarse?
– El sol es uno de los responsables de la aparición del cáncer de piel. Es fundamental evitar exponerse al sol entre las 11 de la mañana y las 16 horas, ya que es durante este período en el que los rayos UV están más peligrosos.
– Echarse bloqueador en zonas como: cara, pecho, hombros, y en especial en los lunares que estén más expuestos al sol.
– Quienes deben tener más cuidado con el sol son aquellas personas de piel clara, que hayan tenido quemaduras solares y quienes tienen antecedentes familiares de melanoma.
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