Según diversos estudios internacionales, las mujeres necesitamos un determinado número de amigas que nos ayudarán a tener una visión más real de nosotras mismas. ¿Qué número crees que será?
Las diferentes etapas de la vida nos acercan o ahuyentan de la vida social. En mi caso, durante la adolescencia fue donde más “amigos” tenía. En el verano, mi grupo superaba las 30 personas, sumado a los del colegio y los amigos de mis amigas. Entrando a la Universidad fue más difícil seguir viendo a toda esa gente y ahí empecé a conocer a nuevos grupos de gente que fueron los fieles compañeros de estudio, de carrete y de viajes. Ahora, cuando es más complicado hacer el tiempo para juntarse después del trabajo, mi grupo cercano de amigas no superan las diez.
Y no estoy tan errada pues según varios estudios internacionales, las mujeres necesitamos tener siete amigas. Ni más ni menos. ¿Qué personalidad debe tener cada una de ella? Ahora te explicamos una a una.
1. La amiga de la vida
Es la que te acompaña desde que eres chica. Es la que ha vivido muchas cosas contigo, partiendo por el paso de ser niña hasta la adultez. Te vio crecer, reir, llorar, estudiar, trabajar y ser madre. Por eso, es quien te recuerda cómo fuiste en la adolescencia porque siempre tiene una historia de tu infancia. Es la que llega a tu casa y se queda hablando con tu familia pues tus papás la quieren como una hija más. Algunos psicólogos aseguran que es ella la que, inconscientemente, te reafirma que sigues siendo la misma de siempre. Una investigación de la Universidad de Notre Dame, asegura que este tipo de relaciones se mantienen cercanas a lo largo del tiempo sólo con hablar cada 15 días.
2. La nueva amiga
Acá no existen los prejuicios pues te conoce hace poco y la frescura que demostraste es la imagen que tiene ella de ti. No sabe que eres mañosa ni conoce los alimentos que eres alérgica, pero es la que tiene una buena impresión de ti así que te invita a que la acompañes de shopping, a tomarse un trago o a alguna fiesta. De hecho, esta relación te da la posibilidad de conocer gente nueva porque es ella quien te mete en su red de amigos.
3. La amiga deportista
Las que no somos deportistas frecuentes tenemos que tener una fuerza de voluntad tremenda para animarnos a ir hacer deporte sola. Muy diferente es el caso de quienes tienen una amiga deportista, esa que te espera en tu casa hasta que estés lista para salir a correr, la que te llama los sábados en la mañana y te organiza un día deportivo completo, esa que te anima cuando te ve desganada. Una investigación de la Universidad de Connecticut, el apoyo social es la clave para mantener una rutina de ejercicio en el tiempo.
4. La amiga joven
Quizás con el pasar de los años necesitamos contar nuestra experiencia de vida o cómo actuábamos frente a diversas situaciones. También es una especie de recordatorio de lo que está de moda, lo que pasa en ambientes que ya no frecuentas o te mantiene al día, tal como lo hacías tú con tus amigas más grandes cuando eras adolescente.
5. Las amigas de tu pareja
Según explica Kenneth, psicólogo clínico de la SUNY de Bufalo, “incluir a tu pareja en tu red de amigos es casi tan importante como que se integre bien en tu familia”. Sabios consejos que no necesitan mucho análisis.
6. La mamá
Es la que no siente envidia, te apoya, te entrega amor y te dice las cosas a la cara –muchas veces cegada por su visión de madre-, pero te lo dice. Personalmente, no estoy de acuerdo en contarle TODO a mi mamá pues a la larga, le creas visiones sesgadas que le comentas cuando estás peleada con tu pololo o con una amiga y al final, lo termina odiando más que tú y para siempre. Sin embargo, su amistad es necesaria.
7. Tú
Pamela Peeke, profesora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, asegura que debemos amarnos de la misma manera que somos capaces de hacerlo cuando nos enamoramos. Ese amor incondicional que es capaz de perdonar todo, debemos ser capaces de sentirlo por nosotras mismas. Lo más complicado de esta “relación” es llegar a conocerse a uno mismo. Sólo hay que dedicarse el tiempo.
*Fuente: Mujerhoy.com
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